¿Cómo están utilizando los profesionales de la salud las redes sociales? ¿Facebook o LinkedIn: a dónde tengo que ir si quiero conectar a médicos o farmacéuticos? Preguntas como estas son las que actualmente generan debate en los foros en los que participo. Health 2.0 Europe Barcelona no fue una excepción y hoy me gustaría compartir con vosotros las conclusiones que allí se obtuvieron.
Cada vez encontramos más perfiles de profesionales en Twitter y en Linkedin; e incluso tenemos algún médico haciendo un uso intensivo de Facebook para conectarse con sus pacientes y darles consejos o responder dudas a través de este canal. Pero ¿por qué están en cada una de ellas?
Los profesionales empiezan a entender que Twitter es una fuente de información muy útil. Muchos piensan que es una forma de ser visto, saber quién es quién y de conocer el mapa de influencia en su especialidad. Mucho movimiento está generando también Slide-share. Constituye una fuente de información inacabable de presentaciones sobre temas científicos.
Para Linkedin todavía es una asignatura pendiente el hecho de romper el mito de que solo es útil para buscar trabajo. LinkedIn es un mundo de oportunidades. Es el lugar más aconsejable para mejorar la identidad digital, es el espejo de Internet. Pero también un escaparate al que acuden profesionales de todo el mundo para encontrar a personas que trabajan en la misma línea que ellos y entablar colaboraciones en líneas de investigación.
Facebook sigue generando a día de hoy bastante rechazo entre los profesionales y, de hecho, puede resultar muy peligrosa. Argumentan que les puede generar una aluvión de ‘peticiones de amistad’ por parte de algunos de sus pacientes que no sepan diferenciar amistad de la relación reglada en consulta.
Seguro que en los próximos años seguirán irrumpiendo infinidad de redes sociales. Serán más especializadas e incluso exclusivas para profesionales de la salud. Ya tenemos varias como Ippok de Diario Médico, o nuestro Campus Sanofi, o para farmacia tenemos el Club de la Farmacia o Higia del Colegio de Farmacéuticos de Madrid. Sin embargo, deben cambiar una serie de aspectos, entre ellos, el cultural.
En primer lugar, es importante que cambie el objetivo que persiguen. Debemos crear comunidades donde juntemos a gente con intereses comunes que luchen por encontrar un bien común. Cuando más específicas sean y más seamos capaces de juntar a los verdaderos expertos, más sentido tendrán.
No menos trascendental es que se empiecen a acercarse a donde están los profesionales de la salud. Es decir, si los profesionales pasan cada día por la web de su sociedad científica, hemos de acercarlas y darles acceso desde esos puntos. La gente no le gusta tener que navegar excesivamente para encontrar aquello que le interesa.
Y por último, el gran cambio que necesitamos es cultural, que los profesionales creen una salud colaborativa. Debemos entender que resolver los problemas actuales es una cuestión del grupo y no una ciencia individual. Debemos participar de forma activa en comunidades dónde se debate sobre el futuro de la salud y proponer soluciones. En la actualidad en estas redes sociales especializadas menos del 10% de los usuarios registrados aportan contenido. El resto simplemente observan.
Compartir el talento que uno tiene es el futuro para una salud mejor.
Xavi Olba, responsable de estrategia digital de Sanofi.