El 23 de junio se acaba el plazo que tiene el Tribunal Supremo para fallar sobre la legalidad de las ocho licencias que quedan en el aire adjudicadas en 2010. Una fecha señalado en rojo en el calendario de los dos principales grupos de televisión: Atresmedia y Mediaset, ya que podían perder la cuarta parte de su actual audiencia con un impacto insospechado en sus ingresos publicitarios. La situación es compleja y ha generado una guerra fría de las dos cadenas con el Gobierno. No lo airean públicamente pero en privado no dejan pasar la oportunidad para reivindicarse.
Las cadenas están convencidas de que muy poco se puede hacer para revertir la situación y creen firmemente que nadie el gobierno moverá ninguna ficha para salvarles y que el cierre es inminente. Y es que si el Tribunal Supremo declara nulas las concesiones siguiendo con la jurisprudencia sentada por su anterior fallo que generó el cierre de otras nueve cadenas, el Ejecutivo no tendría más que acatarlo. De lo contrario contradeciría su propio dictamen que en mayo del año pasado hizo efectivo el primer apagón de la TDT.
La única medida que podría salvar a las teles sería un ‘decretazo’ que blinde a estas cadenas, algo que sin embargo en Atresmedia y Mediaset creen que no se producirá ya que el Ejecutivo ha decidido seguir el camino opuesto a esta resolución. Es decir poner en marcha seis nuevas cadenas de TDT con las que en teoría quiere ‘compensar’ al sector y dar más pluralidad al espectro televisivo.
A este respecto los dos grandes grupos creen que intentar vender el proceso como un ejercicio de pluralidad es cuanto menos engañoso si consideramos que muchos de los grupos que se han presentado ya han demostrado que no saben hacer televisión y que han tenido que alquilar o cerrar las licencias que ya les dieron en su momento.
Es tanta la resignación de las cadenas que han descartado incluso la negociación. En UTECA han desistido mover ficha y hace meses que no se reúnen con representantes oficiales del Ejecutivo. Del mismo modo, los representantes de Atresmedia y Mediaset no se hablan con Soria ni esperan hacerlo, en una clara muestra del divorcio entre Moncloa y las privadas. Sorprende que este diálogo está completamente roto a pocas semanas de que se produzca el fallo del Supremo.
Una verdadera guerra fría en la que no hay comunicación, pero que podría estallar en cualquier momento en las manos de Moncloa. Atresmedia y Mediaset no tiran la toalla a pesar de lo que digan en público y no descartan una ofensiva final para no perder las cadenas o al menos para dejar en claro que no están de acuerdo con esta tremenda inseguridad jurídica a la que están sometidos.
Todo dependerá en todo caso de la concesión de las seis nuevas licencias a las que los os grandes grupos postulan. En principio si nos atenemos a los criterios de producción y de calidad técnica, Atresmedia y Mediaset deberían quedarse con dos cadenas cada una, aunque nunca se sabe con este Ejecutivo. Incluso altos cargos de los dos grandes grupos dicen en privado que ‘no está tan claro’ ni menos está hecho que sean los principales beneficiarios de este nuevo reparto. Todo está por ver, aunque lo que sí está claro es que el Gobierno tendrá la última palabra.