Hace más de diez años que comencé a notar que se me movían las muelas. Estaban como encima de un colchón y al empujar con la lengua se desplazaban. Ya sabemos que el efecto de la lengua sobre los diferentes defectos bucales es como ‘meterla en un túnel’. Me pasé por una franquicia que se llama Suavilaser, y una doctora de pequeña estatura y pocos conocimientos sobre la salud e higiene de la boca, me sacó dos piezas, me cosió, cobró… Me quedé con menos muelas que un gallo.
Este sucedido era el primero, y para celebrarlo me marché a Asturias a comer Gamoneu, unas sidras y un par de tortos. ¡Me duele!, ahora era la de al lado… Me marché corriendo a Posada, en el término municipal de Llanes, y allí un dentista con una franquicia que estaba empezando a implantarse en Oviedo, me comentó que lo mejor era quitarla para evitar el ‘efecto dominó’ de allí me marché con un agujero en el bolsillo y un boquete en los dos lados, ya no podía comer carne a gusto.
Mi enfermedad periodontal seguía avanzando. Un día estando en mi despacho, me vino a ver mi buen amigo y mejor doctor, Bartolomé Beltrán, al oírme jurar en arameo, me preguntó, y al ver la situación llamó a las doctoras Vilaboa. Dos mujeres encantadoras, con un centro multidisciplinar montado para que nada te dé miedo. Atención, cariño… Se reunieron con sus mejores y decidieron que debían endodonciarme una parte muy importante de las muelas (las que quedaban) y otros dientes, me negué, pero me dijeron que era la mejor solución. Me fui a ver al mejor endodoncista del mundo, el doctor Luis Flores, que está en la calle Sagasta, 1 (creo), pero es el puto amo de estas intervenciones. Además, es honesto, cariñoso, amable… Un ángel que utiliza la gutapercha como ninguno. Las muelas de seis patas son su especialidad. ¡Gracias querido Luis!
Y la enfermedad avanzaba. Dejé de ir unos días a la Clínica Vilaboa, y di por cerrada mi relación ya que no confiaba en terminar mi tratamiento como yo había diseñado. Uno de mis hermanos, que tiene todos los dientes, me dijo que en el Paseo de Santa María de la Cabeza estaba el ¡mejor dentista de España! Y, le pregunté: ¿es una franquicia? No, seguro que no… Pedí hora al doctor Rafael Rebollar. ¡Que maravilla!, ¡Que manos! Rafael me dijo lo que tenía, lo que podíamos hacer… Comenzó con un curetaje, que ya había probado con las hermanas Vilaboa… Le pedí: ¡sácame todas las piezas por favor! ¡Estás loco!, me comentó el doctor Rebollar. ¡Mira Rafael, yo sé cómo tengo la boca, dónde me duele, controlo hasta lo que no se ve. Mis heridas, además de en el corazón, está en los huesos! Ortopantomografía… Rafael accede a que venga un anestesista y me deja esmochado. Según me sacaban las piezas, limpiaban y colocaban los mástiles (tochos, tacos) para después poder atornillar una boca perfecta… Las operaciones se sucedieron en sesiones que llegaron a ser de más de ocho horas, pero salía, me fumaba un cigarro y todos mis implantes de TITANIO agarraron. Bueno, por no mentir, fracasó uno de diez. Y Rafael aprovechó un despiste y me colocó hueso, me taladró de nuevo y ya no hay fracaso.
Mi boca era como la de un tiburón, con dientes enanos, y con mis encías a punto de reventar. Hoy me lavo sin problemas, me río, y me gusta, porque es igual que antes. Las mismas piezas, la misma morfología, más blancos y duraderos.
Cuento todo esto porque hace poco me vino a ver un compañero que se había recorrido todas las franquicias de Madrid. En unas le aconsejaron sacarse cuatro piezas, en otro ninguna, en la de al lado que, además, le hacían los pies y un masaje con final feliz… En una peluquería, en una cabina estética… Me contó Julito que había ido a un protésico dental y que le había dicho que no hacía falta ir al dentista. ¡Menos mal que son los menos!
Para cuidarse la boca, que es uno de los puntos que nos avisan de nuestros problemas y debilidades sanitarias, hay que acudir a médicos/dentistas titulados, y no a comerciales que te prometen la luna, y te colocan materiales de tercera, cuando no de deshecho, y te cobran como un profesional. Al que al final, tenemos que acudir para que arregle lo que nos han destrozado ¡TAN BARATO! El precio es importante en todo, y nadie da duros a pesetas. Hace falta quererse poco para ir a una ‘clínica’ en la que me prometen todo y al final me quedo sin boca y sin dinero. Lo que debemos conseguir es que sean capaces de poner por encima del vil metal, el cariño a su profesión.
Medidas que debemos adoptar ante una visita al dentista, y no lo digo yo, lo dice el Consejo Superior de Dentistas de España:
• Hay que solicitar el número de colegiado del dentista, para asegurarnos de que está colegiado y no ejerce sin la titulación necesaria.
• Exigir que el diagnóstico sea realizado por un dentista profesional.
• Que siempre nos trate el mismo dentista. Si siempre se trabaja con el mismo equipo esto hará que el trabajo sea más profesional.
• Recibe toda la explicación de manos de un dentista, y no de comerciales.
• Los precios deben de ser tratados también por los dentistas, ellos deben tener el objetivo de mejorar tu salud bucodental, y no de obtener beneficios económicos puramente comerciales.
• El dentista debe realizarte un trato amable y cercano, y debe de prestarse a resolver todas las dudas y miedos posibles.
• Hay que exigir las mejores condiciones de higiene para el tratamiento.
• Las prótesis siempre es mejor que sean tratadas y manipulados por completo por el dentista de su tratamiento.
• No debemos dejarnos manipular por la publicidad, la salud está por encima de todo. Las ofertas milagrosas las terminamos pagando, con dinero, salud y tranquilidad.
• Ningún tratamiento puede ser garantizado de por vida, no debemos caer en ese engaño y debemos acudir a revisiones periódicas.
MI FELICITACIÓN DEL DÍA
A muchos de los votantes del PSOE en Madrid, que ven como su candidato ‘el cura Gabilondo’ puede llegar a presidir la Comunidad. Lo hará con los ojos cerrados, o con el cuello girado como la Niña del Exorcista. ¡No sé cómo se atreve! Todos tenemos un pasado, pero…
Foto: Cordopolis
LA HISTORIETA DEL DÍA
PODEMOS Y LOS FISCALES DEBEN ENTRAR EN EL CONSEJO DE ENFERMERÍA
Hay mil historietas del día, pero ahora estoy centrado en la EXPULSIÓN del presidente del consejo general de enfermería, Máximo González Jurado, por el TRIBUNAL SUPREMO. Él está intentando crear una candidatura de la que pueda mover los hilos desde su sillón. Los ENFERMEROS de PODEMOS deben entrar en el Consejo para que vean TODO lo que ha pasado en estos años. Eso sí, que les acompañe un fiscal, para que valore la GÜRTEL Enfermera de Bormujos y los regalos de bolsos de Loewe. A cada presidente le llega su sanmartín particular, y a éste le auguro un futuro en el que de poco le servirán los Método 3, las querellas ficticias, las demandas dirigidas y pagadas con el dinero de todos los ENFERMEROS. Y todo esto, sin entrar a hablar de su jefe de prensa, que ya anda buscando trabajo, otra vez. Para aquellos que se lo estén planteando, que me llamen, les puedo ilustrar sobre su abultado curriculum.
¿Aparecerán los SESENTA MILLONES DE EUROS? que se disolvieron en Buen Suceso, y del que nos habló a Juan Luis Galiacho y a mi el Presidente del Colegio de Badajoz… Ahora ya no hay aforamientos, habrá aforramientos, pero eso ya no vale, porque todos saben de dónde y porqué de todo ese oropel y riqueza…
No sigo, porque quiero hacer un artículo en el que cuente más y más… TODO, para que veáis como POCEROS hay en todos los lados. Pero una vez más, hemos ganado. ¡A LA CALLE CON LA CORRUPCIÓN!
