Los pacientes que han sufrido un ictus a menudo padecen una disminución de la fuerza motora que afecta un brazo y una pierna del mismo lado del cuerpo. Es una disminución del movimiento sin llegar a la parálisis, es decir, las extremidades afectadas mantienen su función motora. No obstante, al verse aquejadas, los pacientes suelen cometer el error de infrautilizarlas, una actitud que perjudica su recuperación y que a largo plazo conduce a una mayor pérdida de su función. Para solventar este problema, los investigadores se hallan diseñando nuevas estrategias de rehabilitación que promuevan el uso de la extremidad afectada en el desempeño de las actividades diarias. En este sentido, la realidad virtual se perfila como una gran solución.
En concreto, según un estudio clínico piloto publicado en acceso abierto en la revista Journal of NeuroEngineering and Rehabilitation, utilizar la realidad virtual aumenta la confianza del paciente en el uso de su brazo paralizado. En este estudio piloto, en el que participaron veinte pacientes con diagnóstico de accidente cerebrovascular hemiparético, se ha evaluado el efecto del sistema de rehabilitación Rehabilitation Gaming System (RGS) equipado con un sensor de Microsoft Kinect.
En el experimento, en varios bloques de ensayos, se solicitó a los participantes con diagnóstico de accidente cerebrovascular hemiparético que alcanzaran objetos que aparecían en un entorno virtual. Y es que, el sistema RGS permite a los usuarios controlar un cuerpo virtual a través de sus propios movimientos vistos desde una perspectiva en primera persona en una pantalla de computadora, a través de la cual se realizan las tareas en un mundo virtual.
En algunos de estos ensayos, los investigadores introdujeron una mejora en el movimiento de la representación virtual de la extremidad parética, haciendo que el movimiento pareciera más rápido, más preciso y que el objeto en la pantalla fuera más fácil de alcanzar. Sin que los participantes lo supieran, estas manipulaciones se presentaron y se omitieron de manera gradual, con lo que se pudo registrar el rendimiento de los participantes, con y sin mejora, con especial atención al uso de la extremidad parética.
La primera autora del estudio, Belén Rubio, miembro del Grupo de Investigación en Sistemas Sintéticos Perceptivos, Emotivos y Cognitivos (SPECS), de la Universidad Pompeu Fabra (Barcelona, España), comenta que ‘después de la mejora del movimiento de la representación virtual, los pacientes comenzaron a utilizar sus extremidad parética con más frecuencia. Esto sugiere que el cambio de las creencias de los pacientes sobre sus capacidades, mejora de forma significativa el uso de su extremidad parética. Sorprendentemente, diez minutos de mejora fueron suficientes para inducir cambios significativos en la frecuencia de uso espontáneo de la extremidad afectada’.
Después de los sucesivos ensayos, se vio que aún sin la introducción de la mejora de la representación virtual, el paciente seleccionó su extremidad parética con mayor frecuencia para alcanzar el objeto virtual que le mostraba el monitor. Este estudio propone un enfoque alternativo a las terapias de rehabilitación basado en la confianza del paciente en el uso del brazo parético.
Belén Rubio comenta: ‘Esta terapia podría crear un círculo virtuoso de recuperación, en el que la retroalimentación positiva, el uso espontáneo del brazo y el rendimiento motor se reforzaran mutuamente, de manera que se lograra involucrar a los pacientes en este ciclo continuo de uso espontáneo del brazo, formación y el aprendizaje para producir un impacto notable en su proceso de recuperación’.
Con este estudio se refuerzan las pruebas de que RGS tiene un impacto significativo en la recuperación de la funcionalidad, tanto en pacientes agudos como en crónicos; sin embargo, se requieren todavía más estudios, con un mayor número de participantes, para proporcionar más información sobre la intervención de la realidad virtual basada en el RGS como una terapia eficaz de rehabilitación de pacientes afectados de ictus.