La formación magenta ha anunciado a sus empleados que va a despedir al 75% de su plantilla, 40 de sus 53 empleados, y que cerrará todas sus sedes fuera de Madrid. Una medida drástica causada por los resultados obtenidos en las últimas elecciones municipales y autonómicas, que han dejado a UPyD prácticamente sin representación en la mayor parte de España. Este reajuste de gastos afectará a todos los ámbitos del partido, incluido el de la Comunicación, para ‘garantizar su supervivencia’ de cara las próximas elecciones generales.
Así, este Expediente de Regulación de Empleo va a dejar con un trabajador el área de contabilidad, tesorería y administración de personal, reduce el grupo de informáticos y también hace lo propio con el de asesores en el Congreso de los Diputados. La Comunicación no sale tampoco bien parada, ya que se rebaja su equipo al mínimo y se elimina totalmente la unidad de eventos y producción de vídeos.
Paradójicamente, UPyD indemnizará a estos 40 trabajadores con 20 días por año trabajado, acogiéndose a la última reforma laboral de 2012. Una reforma para la que el partido presentó una enmienda de totalidad, por lo que este anuncio no es un buen ejemplo que dé confianza al electorado de laca a las elecciones generales. Asimismo, los trece trabajadores restantes que continúen en nómina dentro del partido serán sometidos a una reducción salarial del 20% durante los próximos doce meses, que será prorrogable otro año según la situación económica de UPyD, y tendrá un tope de 32.000 euros brutos anuales.
Sin apenas Comunicación, el partido que todavía lidera Rosa Díez va a tener que realizar un esfuerzo mayor para volver a calar en el electorado de cara a las generales. Por lo pronto, además de estos despidos, UPyD ha anunciado la decisión de cerrar todas sus sedes fuera de Madrid, debido a que la pérdida de ingresos públicos que ha sufrido debido a los malos resultados electorales es ‘irrecuperable a corto plazo’, lo que ha repercutido también en la caída de afiliados.