Antonio Fernández Galiano, presidente ejecutivo de Unidad Editorial, ha vuelto a las andadas para cumplir su gran sueño: la fusión de Unidad Editorial con Vocento. Las informaciones llegadas hasta prnoticias indican que Galiano ha reactivado personalmente las negociaciones con Santiago Bergareche para intentar retomar una fusión largamente acariciada pero muchas veces truncada. Galiano cree que esta vez puede ser la definitiva y apuesta todas sus fichas para cerrar el círculo de la reestructuración de la compañía y así empezar una nueva era en Unidad Editorial.
El viernes se vivió un ‘calentón’ bursátil de Vocento que disparó sus acciones un espectacular 20% en Bolsa en una sola mañana. En el Grupo editor de ‘ABC’ atribuyeron este fugaz crecimiento –que sólo duró un día- a la compra de inversores institucionales, en concreto de Morgan Stanley. No obstante, muchos medios atribuyeron esta inesperada alza a los tambores de fusión, desmentidos al menos desde Vocento. Esta mañana el papel del Grupo ha vuelto a la normalidad y aparentemente los rumores se han aplacado.
No obstante, todo sigue abierto. O eso al menos desea Antonio Fernández Galiano que ha reactivado contactos formales con Vocento y su presidente Santiago Bergareche para explorar las maneras de integrar los dos grupos de prensa. La última vez que la fusión sonó fuerte fue hace un año cuando incluso se llegaron a dar cifras y estructuras. En este momento se habló de la creación de dos sociedades, una con ‘El Mundo’ y los diarios regionales y otra con ‘ABC’, ‘Marca’ y ‘Expansión’. Incluso se llegó a hablar de que las sociedades resultantes quedarían bajo el control del propio Galiano.
En noviembre del año pasado todo se truncó en la Junta de Accionistas de Vocento donde en un principio se dio el vamos a las negociaciones pero luego impusieron draconianas condiciones para la fusión, queriendo asumir el 79% del capital resultante y solo un tercio de la deuda de Unidad Editorial. En febrero de este año nuevamente se produjo un conato de reactivación de la operación tras conocerse la ‘bendición’ de Moncloa. El caso es que Mariano Rajoy y su equipo ven con muy buenos ojos una fusión con dos diarios fieles, pero con un interlocutor domesticado.
Es precisamente gracias a estos renovados apoyos que Antonio Fernández Galiano ha retomado personalmente la operación y desde hace varias semanas ha establecido sigilosas negociaciones para tantear el terreno y emprender esta nueva etapa, que espera que sea la definitiva. A cambio –con el apoyo de Moncloa- puede ofrecer una empresa más saneada que hace un año, que ya está más cerca del equilibrio financiero y que ya no cuenta con la abultada deuda de antaño. Galiano además está inmerso en un proceso de reestructuración total de la compañía, tras el cual espera completar la travesía en el desierto de Unidad Editorial, dando en principio por cerrada la crisis.
Del lado de Vocento, no lo tienen tan claro y aunque no cierran ninguna puerta siguen insistiendo en que cualquier operación debe dejarles como el socio mayoritario de la nueva compañía y por tanto como el gestor principal. Galiano no lo ve así porque cree –lógicamente- que el control debe estar del lado de Unidad Editorial, pero está convencido de que esta vez sí que puede acercar posturas en un mejor contexto económico para todo el sector y con ingresos publicitarios que han dejado de caer para el papel.
