Televisión Española (TVE) no pasa por su mejor momento. El equipo de José Antonio Sánchez baraja todas las fórmulas posibles para aumentar sus ingresos y consolidar un nuevo modelo de financiación que les permita competir con garantías con las grandes cadenas de televisión y poder solventar su elevado nivel de gastos. Las conversaciones del equipo de gestores de RTVE con el Ministerio de Hacienda han consensuado un modelo mixto mediante el cual se mantendrían las aportaciones de las televisiones –aunque reducidas- a cambio de la vuelta en determinadas franjas claves como el prime time.
Como ya os hemos contado en prnoticias TVE no quiere perder las actuales aportaciones de los operadores de telecomunicaciones ni las de las televisiones. No obstante, los graves problemas que tienen para cobrar estos momentos les han obligado a buscar nuevas vías de financiación para complementar –que no sustituir- estos ingresos. En principio existe un consenso en el sector de que se debe apostar por los patrocinios y que TVE debería cobrarlos de manera directa y no a través de productoras.
Las televisiones ya han manifestado su acuerdo a esta modalidad incluso manteniendo sus aportes anuales, pero para TVE sigue siendo insuficiente. Con un presupuesto anual aproximado de mil millones de euros, los ingresos por patrocinios en el mejor de los casos no superarían los 30 millones de euros. El objetivo de Sánchez es subir el techo lo más posible actualmente en 20 millones, pero incluso si todos los programas estuviesen convenientemente patrocinados no se llegaría a ese complemento necesario para hacer viable a TVE.
Es por ello que en la cadena pública y en Hacienda creen que la mejor manera de financiar la nueva TVE es con un modelo mixto que mantenga las actuales subvenciones, aunque valorando una reducción de las mismas y sustituirlas por ingresos directos de publicidad provenientes de recaudación en determinadas franjas como el prime time. El propio Sánchez ha deslizado que el ingreso por publicidad es la única vía de financiación manifestado de manera casi desesperada que el actual modelo es insostenible en el largo plazo y que con los actuales presupuestos nunca llegarán a mejorar sus actuales audiencias.
No obstante, las televisiones privadas ya han advertido que no están dispuestas a transar con este modelo. No están de acuerdo con la publicidad de TVE porque creen que es una herramienta de presión de los anunciantes para bajar los precios de la publicidad en televisión en momentos en que mejora la recaudación y las teles comienzan a subir precios. Pero pese a ello no ven a RTVE como un peligro ya que con sus actuales audiencias –un 10%- le otorgarían un porcentaje muy reducido de los 2.100 millones de euros con que debería cerrar el sector este año. Recordemos que de esta cifra más del 80% se queda sólo en Atresmedia y Mediaset.
En cualquier caso lo que no transarían es en seguir aportando dinero al fondo de TVE además cediéndoles publicidad. Esto sería inconcebible según dicen fuentes de las grandes cadenas y una falta de respeto para las privadas. En los pocos contactos que las televisiones están teniendo con el Gobierno han dejado claro que no aceptarán este modelo y que de lo contrario se opondrán frontalmente a cualquier ley que quiera devolver la publicidad a Televisión Española. La batalla está servida.
