Gerardo Albarrán, periodista y catedrático mexicano con casi 40 años de experiencia, criticó duramente a los periodistas que, en el ejercicio de su profesión, ceden ante los sobornos de los grupos de poder y delincuentes de su país. “Cuando un periodista acepta dinero o regalos de alguien de esa calaña, no veo por qué después, no pueda y deba aceptarle también una bala”, sentenció durante una entrevista concedida a prlatam.
Las impactantes declaraciones fueron hechas al cuestionarle sobre el clima de inseguridad y las violaciones a la libertad de prensa que suceden actualmente en el país azteca. No obstante, recalcó que esos son la minoría, pues hay una gran cantidad de periodistas comprometidos con la defensa de la verdad y los derechos humanos, que se ponen en el punto de mira al publicar cada noticia.
Ser periodista en México es una actividad de alto riesgo, pero sometida a presiones que se ven en pocos lugares del mundo. Después de Siria y Pakistán, México es el país más peligroso del mundo para ejercer el periodismo, medido en periodistas asesinados, desaparecidos, torturados, amenazados y presionados”.
Gerardo Albarrán es un ejemplo del buen quehacer periodístico latinoamericano. Doctor en Derecho de la Información y primer defensor del oyente en la radio privada de México, ha trabajado para importantes medios de comunicación de su país, como El Financiero, un periódico especializado en Economía del que fue Jefe de Redacción por cuatro años, y de Proceso, el semanario político más importante de México, donde se desempeñó por 21 años como coordinador de proyectos especiales y corresponsal para Estados Unidos. Además ha colaborado con publicaciones de varios países de América Latina y Europa.
El mexicano, que suma más de 65 mil seguidores en las redes sociales Twitter y Facebook, es reconocido por ser un pionero en el uso de internet como plataforma de educación para periodistas, a través del portal saladeprensa.org, del que es creador y director. Allí mantiene más de 1,500 textos de uso libre en español, especializados en Comunicación y Periodismo. Además, en la actualidad escribe para el diario argentino Página 12, donde da rienda suelta a su talento y, con cada reportaje, deja muy claro su pasión por una profesión en la que se inició de forma empírica, pero que se ha convertido en parte intrínseca de su vida.
El periodismo para mi es una forma de ser. No es un trabajo, no es un empleo, no es algo que haga de ocho a cinco, de lunes a viernes. Es algo que traigo embebido en mí desde que entré a trabajar a un periódico. Yo no estudié Periodismo. Entré a trabajar en un periódico cuando tenía 17 años y me quedé en eso. Mi carrera es absolutamente empírica y creo que es la cosa más fascinante que le puede ocurrir a una persona. Ser periodista es una razón de ser”.
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