Telefónica ha respondido ofreciendo 1.350 millones de euros por los derechos internacionales de los clubes durante los próximos tres años. Javier Tebas y Jaume Roures llegaron a un acuerdo –valorado en 400 millones anuales- hace unas semanas para que Mediapro fuese el ‘representante internacional’ de la Liga, una designación que se hizo sin ningún tipo de concurso público ni la aprobación de los cuatro clubes que han cedido sus derechos a Movistar, entre ellos el FC Barcelona. Ahora toca a la Asamblea de la Liga –y no a Tebas- decidir por alguno de estos dos escenarios.
El pasado viernes 19 de junio la Liga de Fútbol Profesional (LFP) sorprendía a todo el sector al anunciar que Mediapro les cedía los derechos de sus 38 clubes de primera y segunda división para que adelantaran un año la venta centralizada. A cambio, Javier Tebas cedió a la productora de Jaume Roures la gestión de los derechos internacionales de estos equipos. La operación se cerró sin ninguna reunión con Telefónica que tiene los derechos del FC Barcelona, Espanyol, Celta y Real Sociedad, aunque se les invitó a negociar con condiciones ya pactadas de antemano.
Diez días después Telefónica se ha pronunciado oficialmente con una oferta de 1.350 millones de euros por tres temporadas para realizar ellos la gestión internacional. Las fuentes consultadas indican que el montante desembolsado por Mediapro para obtener la cesión de la Liga ronda los 400 millones al año. En la Liga y en Mediapro indican en privado que pueden seguir adelante con este adelanto de venta centralizada (y subasta de derechos internacionales) sin los cuatro equipos de Telefónica, aunque no valoran el peso del FC Barcelona en estos paquetes.
La realidad indica que fuera de España sólo interesan los encuentros del Real Madrid y el FC Barcelona, los que participan en más del 90% de todos los encuentros retransmitidos por las televisiones internacionales. Esto significa que sin el FC Barcelona, que es de Telefónica al menos durante la siguiente temporada, la venta internacional prácticamente carece de sentido y de valor comercial y por tanto el atractivo económico y deportivo se reduce al menos a la mitad.
De esta manera, Telefónica se ha plantado y ha decidido lanzarse al ataque con una atractiva oferta, que recordemos, sigue estando al margen de la negociación de los derechos domésticos para los que hay un plazo mayor hasta agosto cuando empiece la Liga BBVA. En el caso de los derechos internacionales se deberían comenzar a negociar cuanto antes ya que los operadores internacionales cierran sus parrillas antes del verano. Un dato sorprendente al respecto es que Bein Sport –socio de Mediapro- ya ha comenzado a promocionar la nueva temporada de la Liga en sus retransmisiones de su canal para Latinoamérica.
Con todo, este cúmulo de ofertas y disputas debe ser aclarado por la Asamblea de la Liga que debería ser convocada cuanto antes. Son los clubes los que deberán decidir quién será el dueño de sus derechos audiovisuales y si se debería adelantar la venta centralizada del campeonato doméstico y no Javier Tebas en un despacho a puertas cerradas. En este punto además de los cuatro clubes de Telefónica el Real Madrid se ha mostrado contrario al acuerdo con Mediapro interponiendo una demanda ante la CNMC. La batalla está servida.
