Corporate Plasticity: How to Adapt, Change, and Excel, el libro redactado por cinco consultores de la firma de consultoría A.T. Kearney, nos presenta una nueva percepción de los sistemas de gestión empresarial. Laurent Chevreux, Wim Plaizier, Christian Schuh, Wayne Brown y Alenka Triplat defienden a lo largo de esta publicación la imposibilidad de comprender la gestión de las organizaciones sin tener en cuenta la plasticidad. Esta plasticidad corporativa se trata de una dimensión crítica de la gestión empresarial y viene definida desde una doble perspectiva: Por un lado, se basa en la capacidad de los agentes individuales para colaborar por un objetivo en común y, por otra parte, la plasticidad corporativa está directamente relacionada con la capacidad de los mismos agentes individuales para adaptarse y reconfigurarse por iniciativa propia para enfrentarse a un reto aún desconocido o para llegar a un nuevo destino.
La plasticidad, sin duda alguna clave para la competencia de las empresas en los próximos años, permitirá también a las organizaciones potenciar un entorno más dinámico en el que el trabajador se sienta más estimulado. De esta forma, los autores de A.T. Kearney suman este nuevo concepto a los dos que tradicionalmente se toman en cuenta a la hora de fundamentar la administración de empresas: la estrategia y la excelencia funcional. Aun así, la plasticidad corporativa no es algo nuevo, y en Corporate Plasticity se muestran ejemplos a todos los niveles sociales en los que esa plasticidad está completamente plasmada. Es el caso de The Beatles, de los ejércitos romanos, el rugby, proyectos como el Apolo 13 o la mera organización de las ballenas o las manadas de lobos, entre muchos otros que se narran en el libro.
Por otra parte, los autores señalan que el éxito de la plasticidad corporativa está subordinado al correcto desempeño de siete capacidades, a las que se denominan ‘Las 7 Mágicas’. Estas serían:
Objetivo: Es esencial que la compañía tenga claro desde el principio en qué punto se encuentra y a dónde quiere llegar.
Enfoque: La empresa tiene que tener la capacidad de seleccionar lo que se alinea con sus objetivos e ignorar todo aquello que se aleje de su propósito principal.
Cultura: En referencia a la cultura corporativa, es necesario un ambiente de libertad e independencia, que incite a la innovación.
Espíritu: El compromiso y la pasión de líderes y trabajadores de una empresa por aquello a lo que se dedican crea una fuerte sensación de equipo y retroalimenta de forma positiva la experiencia final del consumidor.
Red de trabajo: Las relaciones entre trabajadores son esenciales para que estos se sientan cómodos y la compañía debe asegurarse de que su estructura no limita el desarrollo de estas.
Conocimientos: Los expertos deben compartir su conocimiento de forma abierta. Además, los menos expertos deben mostrarse dispuestos a aprender y este conocimiento debe poder ser propiamente recogido para que el acceso al mismo sea sencillo.
Liderazgo: No tienen por qué ser expertos ascendidos por sus méritos. De hecho, es importante que las compañías los escojan por su capacidad de liderazgo y de representación de los valores corporativos.
Corporate Plasticity: How to Adapt, Change, and Excel nos enseña a potenciar cada una de estas siete disciplinas claves para inculcar la plasticidad dentro de una organización. De esa manera, y sin perder de vista la planificación estratégica y la ejecución eficaz de la misma, cualquier compañía podrá alcanzar el éxito.