La falta de filtros que destilen la información y los comentarios que se vierten a través de Internet y de las redes sociales siempre ha sido objeto de acaloradas críticas. El propio Umberto Eco hacía su particular aportación a esta polémica durante una conferencia de prensa en Turín. El semiólogo italiano acusaba a las redes sociales de haber generado una ‘invasión de imbéciles’: ‘Las redes sociales le dan derecho de palabra a legiones de imbéciles que antes hablaban sólo en el bar después de un vaso de vino, sin dañar a la colectividad. Enseguida los callaban, mientras que ahora tienen el mismo derecho de palabra de un premio Nobel’.
Sus declaraciones desataron la polémica en la misma red social que minutos antes había sido blanco de sus acusaciones. Muchos fueron los que mostraron su disconformidad con las palabras del escritor, pero los que más, le dieron la razón y reafirmaron la importancia de la especialización en periodismo para filtrar las informaciones que se difunden a través de los medios de Comunicación. La directora de Comunicación de Farmaindustria, Beatriz Lozano, por ejemplo, denuncia que uno de los retos que plantea Internet es ‘el activismo de los cualquiera’. En su opinión, ‘Internet abre un espacio más democrático para bien, pero también para mail’.
Sin embargo, también valora que para la industria farmacéutica, las redes sociales han supuesto una gran herramienta para acercarse a la sociedad. ‘Antes, los medios de comunicación eran los únicos que podían canalizar los mensajes lanzados desde la industria, pero entendimos que esta forma de comunicar se quedaba corta y que nosotros mismos nos podíamos acercar a los pacientes, por lo que nos adentramos en conocer el incierto mundo de las redes sociales: distinguir los riesgos, trabajarlos y quedarnos con la oportunidad’. La experta subraya que ‘los pacientes son los mejores embajadores de la industria farmacéutica’.
El cirujano Julio Mayol, todo un referente en eSalud de España, entiende las ventajas de las redes sociales en términos de posicionamiento. Durante el curso de verano ‘¿Cómo innovar en la comunicación en salud?’, organizado en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo por el Instituto Roche, el director de Innovación del Hospital Clínico San Carlos indica que las redes sociales ayudan a ‘posicionarse por encima de gurús y curanderos que se aprovechan de la incertidumbre de las crisis y del miedo de los ciudadanos para sacar provecho’. Sin embargo, lamenta que como sociedad, no hemos sabido imponernos a ellos: ‘Ni en el ámbito político ni en el sanitario’, matiza.
‘Seguimos utilizando las redes sociales para competir con otros usuarios, bombardear información sobre salud a nuestros seguidores e imponerle a nuestro público lo que tiene que hacer. No hemos entendido comunicación en salud es bidireccional y que la competencia y la falta de escucha van en contra de la filosofía colaborativa 2.0’, asegura. Para Julio Mayol la clave está en dejar de aumentar el sesgo que se crea con las actitudes competitivas, en desistir de seguir generando tuits y en centrarse en medir los resultados de lo que hemos aportado hasta el momento. ‘La curación empieza por la comunicación’, concluye.
Francisco Lupiáñez-Villanueva, profesor de Ciencias de la Información y la Comunicación de la Universitat Oberta de Catalunya, invita a reflexionar sobre los cambios que estamos viviendo: ‘¿Qué época no ha sido de cambios? Lo que diferencia a esta época es la velocidad de los cambios. Hay que evitar el determinismo tecnológico que hace pensar que la práctica en sanidad está cambiando cuando solo cambian los canales’. Este experto propone ‘repensar’ el significado de innovación y empezar a considerarlo como ‘algo que transforma el mundo’.
