Desde diciembre de 2014 los consumidores cuentan con información detallada y mucho más accesible del etiquetado de los alimentos, algo necesario ya que las antiguas etiquetas no eran legibles y no proporcionaban suficiente información sobre alérgenos, calorías… Las letras de las etiquetas son ahora más grandes, el etiquetado de nanoingredientes es obligatorio y los posibles alérgenos están más visibles y tienen otra tipografía diferente. El propósito del nuevo etiquetado de los alimentos es doble. Por un lado, se pretende conseguir un alto nivel de protección de la salud de los consumidores. Por otro, se quiere garantizar el derecho a la información de estos.
Así, para explicar todas las ventajas del nuevo etiquetado de los alimentos, la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN), dependiente del Ministerio de Sanidad, lanzó el lunes una campaña, llamada ‘El etiquetado cuenta mucho’, que se prolongará hasta el 31 de julio. Además, AECOSAN ha puesto a disposición del consumidor una web donde se puede encontrar información ampliada sobre el nuevo etiquetado de los alimentos, la legislación, material divulgativo, preguntas más frecuentes, alergias e intolerancias alimentarias o las novedades del etiquetado.
La actual legislación se rige por el Reglamento europeo número 1169/2011 del Parlamento Europeo y del Consejo del 25 de octubre de 2011 sobre información alimentaria facilitada al consumidor. Las indicaciones relativas a la información nutricional serán aplicables a partir del 13 de diciembre de 2016, justo dos años después de la entrada en vigor de la primera parte del etiquetado de los alimentos.