Microsoft lleva 40 años siendo un referente, tanto desde el punto de vista técnico como, sobre todo, económico. De hecho, desde que Bill Gates lo fundase, los beneficios han ido creciendo a un ritmo vertiginoso…. hasta este 2015. Y es que los resultados presentados, correspondientes al primer trimestre, han dejado asustados tanto a propios como a extraños. Estos se traducen en que los de Redmon han tenido unas pérdidas de 3.195 millones de dólares a lo largo de su cuarto trimestre fiscal, además de una caída en su facturación del 5,1% (22.200 millones de dólares) ¿Por qué? ¿Qué ha llevado a esta máquina de generar dinero a perderlo? Los motivos son diversos.
La gallina de los huevos… ¡de plomo!
Si hay un culpable en este bajón tan marcado en las cuentas de Microsoft, ese es Nokia. La compra de la compañía finlandesa ha sido un lastre desde el primer minuto, lo que corrobora el hecho de que, sin contar con el efecto de su adquisición, la empresa se habría anotado unos beneficios de 6.400 millones de dólares. Por lo tanto esta inversión, de nada más y nada menos que 9.500 millones de dólares, no ha tenido, ni de lejos, el resultado esperado sobre todo porque la marca de móviles ha perdido de manera notable su peso en el sector.
Además, a los costes directos de la operación, hay que añadirle los gastos originados por la profunda reestructuración realizada por Satya Nadella de cara a dar otro aire a la división de ‘mobile’. Esto incluye, entre otras muchas cosas, los 7.800 despidos y los 900 millones de dólares en indemnizaciones que se llevaron a cabo para dicho lavado de cara. Lo peor es que todas estas modificaciones no han servido para levantar la división. Su facturación va decreciendo trimestre a trimestre a una velocidad de vértigo, llegando a este año a los 1.234 millones de dólares, una cifra relativamente inferior a los casi 2.000 del pasado año.
Windows 10 puede ser la salvación
La división de PC de Microsoft tampoco tiene muchos motivos para sonreír, aunque es cierto que su estado no es tan malo con el de Nokia. Bien es cierto que las ventas de licencias OEM de Windows han caído un 22%, pero suele ser lo normal en lo meses previos a la salida de una nueva edición de su afamado sistema operativo: Windows 10, que será presentado en tan sólo un par de días. Así, habrá que esperar unos meses para ver si la curva cambia de dirección. Y del mismo modo que la división de ordenadores, cae la de negocio B2B, un 21%. ¿El motivo? En 2014 hubo un repentino repunte de ventas fruto del final del soporte técnico de Windows XP que hizo que muchas empresas tuviesen que migrar a versiones posterior deprisa y corriendo.
Pero no todo son malas noticias. Y es que si hay algo en lo que Microsoft ha acertado de pleno: su apuesta por la nube. Lo demuestran los datos, los cuales afirman que el volumen de negocio generado por la unidad ‘cloud’ creció un 88%. Esto le ha llevado, en términos generales, a facturar 20.000 millones de dólares en dos años. También el Office 365 le está dando alegrías con sus 15 millones de suscriptore, 2,8 sólo en este trimestre. Y si Nokia pinta en negro, Surface lo hace en blanco, ya que toda la familia, con la Surface 3 como punto de partida, ha crecido un 117%, ingresando 888 millones de dólares. Con todo esto, podemos de ver nubes y claros en el horizontes de la empresa. ¿Cuáles serán las que predominen?