En la Tierra a lunes, diciembre 23, 2024

OPINIÓN: De Monsieur Junqueras y de las jornaleras de la cópula callejera

No es que, si se es racista, se sea una mala persona; es que, si se es racista, se es un hijo de la gran puta. (Antonio Gala)

El presidente de ERC, hombre de fisonomía desapacible y de ética sui generis, es un Ayatollah que habiendo encontrado en el engaño su panacea, habla para ese tipo de alienados que piensan que se puede calentar el sol con un soplete. En su rien ne va plus, seguramente enceguecido en la búsqueda de una identidad propia, se acaba de descolgar con un dato fascinante pero ambiguo que esconde una trágica realidad histórica; el líder del independentismo ha desvelado para sus acólitos: “Los catalanes tienen más proximidad genética con los franceses que con los españoles; más con los italianos que con los portugueses; y un poco con los suizos. Mientras que los españoles presentan más proximidad con los portugueses que con los catalanes y muy poca con los franceses. Curioso…”. Y tan curioso como lógico, pero, ¿por qué no despeja la curiosidad? No se puede hacer pasar la historia por el tamiz que a uno le interese y defraudar su origen. Presume de una realidad subjetiva –no todos los catalanes poseen la misma carga genética- ignorando una verdad que constituye la prueba de la mayor afrenta que sociedad alguna pueda haber recibido.

Posiblemente a la encarnación del desaliño le gustaría descender de ilustres como Rouseau, Victor Hugo o Jean Monnet (bueno de este no que es considerado Padre de Europa) pero la realidad es que la sangre de Monsieur Junqueras, lejos de ser de buena estirpe, tiene todas las posibilidades de tener su origen en la violación sufrida por una mujer o niña catalana por parte de algún moro de lascivia feroz, de los que saquearon Sant Andreu a las órdenes de Almanzor en el 985 durante las sanguinarias correrías del caudillo del Califato de Córdoba; un animal caracterizado por su falta de escrúpulos y una crueldad ilimitada que arrasó Cataluña; hecho que hace que las características genéticas propias de la población del norte de África, según estudio nada sospechoso de la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona, sean superiores en Cataluña a las de Madrid o Castilla La Mancha, por ejemplo. También sabemos que sangre tan cosmopolita como la de Oriol probablemente sea el resultado de los numerosos abusos sexuales que los soldados de fortuna italianos y suizos, hampones al servicio del ejército real de Felipe IV, llevaron a cabo cuando permanecieron estacionados allí en la guerra contra Francia. Y sin duda alguna, ese su abolengo gabacho le viene del estupro y la violación que, continuada y sistemáticamente, practicó una morralla de degenerados, obsesionados con dar satisfacción a su falo y a su vientre, que formó la libidinosa tropa francesa durante la vergonzante ocupación de una Cataluña que eligió motu proprio su ruina en beneficio del extranjero arrojándose en brazos de Luis XIII en enero de 1641, hasta que el hijo de la Calderona en 1652 rindió al ejército francocatalán liberando un averno de sufrimiento, miseria y servidumbre impuesto en favor de los intereses comerciales franceses.

Así que la verdad, eso de que los catalanes resulten familiares lejanos de Juliette Binoche es algo más que un deseo del separatismo, podemos decir que es una realidad satisfecha. Por la fuerza, tienen abundante sangre francesa que les trasmitió una tropa de depravados, y por fuerza, también tienen sangre de las gentes del Rosellón; departamento francés nº 66 en la actualidad, que desde el Tratado de Los Pirineos en 1659 tardó poco o nada en olvidar su hecho diferencial y desterrar el catalán de su uso sin rechistar, pues tras el edicto de Luis XIV de 1700 prohibiendo su utilización como lengua oficial, más los efectos de la alfabetización que la Ilustración provocó en Francia, allí no hablan catalán ni los pastores. Así pues, correspondería dejarse de fantasmadas racistas y dado el porcentaje sanguíneo que probablemente le toca al historiador sesgado, no debería estar tan orgulloso del determinismo genético de su carácter. Claro, que si ya nos detenemos a observar su figura, que no es precisamente la perfección griega, sus fenotipos, producto de sus genotipos, no creo que den para que tan petulante boca hable de una genética catalana. Curioso…

De puta a puta taconazo

Por fin alguien ha decidido evitar los rigores del clima a las desventuradas señoritas putas que, en una pesadilla realista y como setas surgidas del asfalto madrileño, ofrecen a la intemperie el servicio de un placer efímero servido como comida fría o recalentada según la época del año.

La Delegación del Gobierno en colaboración con el Ayuntamiento ya hace uso de la Ley Mordaza para multar a los clientes –por lo general estudiantes, obreros y militares sin graduación- que, acelerado su pecho por el reclamo bullanguero de las impúdicas insolentes, sucumben al enriquecimiento de unas cordiales relaciones humanas para calmar su concupiscencia. Así, perversa paradoja, es Carmena quien colabora en la aplicación de esa ley que tanto disgusta a sus votantes, y, que dispara la posibilidad del coste del deprimente coito callejero e internacional entre 600 y 30.000 euros. ¡Qué caro resulta ser pobre en el Madriz de Manuela!
¡Chicas al salón!

Antonio de La Española

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