El todavía presidente de la televisión pública de Castilla-La Mancha, Nacho Villa se va y no hay vuelta atrás. El hombre que se ha convertido en el foco de las críticas de la televisión manchega está disfrutando de sus últimas horas al frente de la corporación que ha presidido durante cuatro años y que va a quedarse en las manos de Carmen Amores. Esta ha sido la última semana completa que Villa ha mantenido su despacho, porque la primera semana de agosto será la semana de traspaso de poderes. Si todo sigue el curso previsto, Carmen Amores ocupará su puesto como máxima representante del ente público el próximo martes 4 de agosto.
Carmen Amores se incorporará a su nuevo puesto, al igual que parte del equipo. La próxima semana también llegarán a la redacción de informativos de Castilla-La Mancha Televisión los nuevos redactores que se ocuparán de los contenidos del ente público. Se zanja así la polémica que ha rodeado a este medio en los últimos tiempos y se cumple la promesa de Emiliano García Page de castigar a Nacho Villa y dar un giro en la televisión autonómica para acabar con lo que él ha catalogado como ‘un modelo de manipulación insostenible’. Nacho Villa y su directora de informativos, Victoria Vigón, se han convertido en el centro de las críticas de la sesión que se ha celebrado hoy mismo en las Cortes de Castilla-La Mancha, en la que el futuro del ente público ha sido claro protagonista.
Nacho Villa: el presidente más criticado, cierra su ciclo
Nacho Villa ha estado cuatro años como director de RTVCM y sobre todo en sus últimos años de mandato ha tenido que hacer frente a las numerosas críticas, tanto de sus trabajadores, como de los partidos políticos (excepto el Partido Popular). La falta de transparencia, la manipulación, la creación de una redacción paralela, y la falta de objetiviad han sido algunas de las acusaciones que le ha perseguido en su mandato. Bajo su responsabilidad, Castilla-La Mancha Televisión ha vivido la primera jornada de huelga de su historia, y buena parte la plantilla se ha mostrado contraria al rumbo que tomó el estilo de la televisión y los contenidos de esta. Por ello, el primer viernes de cada mes, buena parte de los trabajadores acudían vestidos de luto a trabajar, estipulando la norma del ‘viernes negro’. El último gran escándalo fue el protagonizado por Victoria Vigón y las acusaciones de los trabajadores de la televisión autonómica por trato vejatorio. Con este cúmulo de problemas se despide Nacho Villa de la dirección de Castilla-La Mancha Televisión
