Hay muchos productos que llegaron hace tiempo como innovaciones y que hoy en día están siendo sustituidos o se han perdido ese valor extra. Hoy en día, este lugar lo ocupa la inteligencia artificial. Una disciplina que todavía muchos profesionales ver como un riesgo, sobre todo porque tienen la idea de que terminara desplazando a los humanos en sus trabajos. Y la pregunta es: ¿llegaremos a ese punto?
La salud digital debe extenderse
En una entrevista concedida a Digitalmente Saludable, en colaboración con Campus Sanofi, el afamado neurólogo Ignacio Hernández Medrano nos explica que, todas las personas, entre las que se incluye, que están más integrados en la salud digital deben: ‘hacer la labor de ir concienciando a nuestros compañeros de que no tienen nada que temer, de que estas nuevas tecnologías no vienen a sustituir nada ni a poner en peligro nada, sino a dar soporte en los momentos en los que se necesite’. Y una de las disciplinas que destaca dentro de estas nuevas tecnologías es el Big Data, el cual se define como: ‘un cambio cualitativo de la forma de trabajar’. Nuestro protagonista hace una comparativa: ‘el Big Data es como entrar en una habitación con los mejores especialistas de una materia a los que pudieras preguntarle lo que quisieses sobre algo específico’. El especialista, así, tiene más posibilidades de acertar y el resultado será más certero.
Elegido por la NASA para la Singularity University
Este neurólogo, que fue seleccionado para investigar, el pasado año, al lado de las mentes más brillantes del mundo en la Singularity University de la NASA, nos advierte que la privacidad de los datos no es lo que debe preocuparnos: ‘nada tiene que ver los datos personales con una cosa que los médicos y los científicos hemos hecho durante mucho tiempo, que es acumular conocimiento despersonalizado en base a la experiencia con nuestros pacientes para agregarlo y obtener conclusiones científicas que ayudan a tratar a futuros pacientes’. A esto añade una reflexión sobre el futuro que viene: ‘a la vez que la tecnología y el conocimiento crece, también lo hace el reto de depurar toda estas ciencia para trabajar con ella ágilmente. De hecho, se ha calculado que para 2020 habrá, por especialidad médica, 200 veces más conocimiento del que un médico pudiera absorber. Esto es realmente un problema. Por tanto, hay que buscar una solución para gestionar el conocimiento y para que, no porque haya mucho, el paciente deje de tener derecho de ser atendido con lo mejor’.
