El verano es una de las estaciones más beneficiosas para el bienestar de los pacientes con psoriasis. Los momentos de ocio alejados del estrés, la playa, el mar y los rayos del sol inciden directa y positivamente en la salud de estos pacientes. Además, el clima húmedo de la costa contribuye a la hidratación de la piel, haciendo que se mejoren las lesiones y disminuya el picor y la irritación que éstas provocan.
Roberto López es voluntario de Acción Psoriasis y además se ha prestado para ser la imagen de la campaña. Para él, como paciente: ‘La playa me ayuda a mejorar, lo que hace que me sienta mejor y a su vez me ayuda a rebajar las lesiones e, incluso, a que desaparezcan’. Para Rosa Coello, socia y voluntaria de Acción Psoriasis y también imagen de la campaña, ‘la playa no es sólo ocio, sino un tratamiento’.
Sin embargo, a pesar de los beneficios, para muchos pacientes ir a la playa o piscina también supone un gran reto, ya que, a la hora de descubrir su piel, a veces se avergüenzan y se sienten observados. La psoriasis sigue siendo hoy motivo de rechazo social, lo que tiene un grave impacto psicológico y emocional en los pacientes. Esto es debido en gran medida al desconocimiento sobre esta enfermedad, que afecta en España el 2,3% de la población.
Por este motivo, Acción Psoriasis, en colaboración con la compañía biomédica Pfizer, puso en marcha el pasado fin de semana, la campaña de sensibilización social Es Psoriasis. ¡Y Qué!, en la playa de la Barceloneta (Barcelona) y en la Playa Victoria (Cádiz), con el objetivo de normalizar la enfermedad e invitar a todo el que quisiera a ponerse en la piel del paciente. Para ello, pacientes y voluntarios repartieron cientos de calcomanías que simulaban ‘psoriasis’ entre bañistas, los cuales pudieron hacerse una foto y subirla a las redes sociales con el hashtag #EsPsoriasisyQué en señal de adhesión a la campaña.
Ángeles Díaz, vicepresidenta de Acción Psoriasis afirma: ‘Esta iniciativa era una acción de doble sentido. Por un lado, queríamos convertir esa mirada hostil de los que no conocen la enfermedad en otra más amable o indiferente, que también la necesitamos. Por otro, buscábamos que nuestra psoriasis se sentirá más cómoda exhibiéndose y nos animará a la hora de quitarnos la ropa’.
‘Es importante divulgar y dar a conocer que se trata de una enfermedad no contagiosa, que no supone ningún riesgo para las personas que están con alguien con psoriasis. Sólo así los pacientes dejarán de notar las miradas de desconfianza y de sentirse observados, discriminados y estigmatizados’, asegura el doctor Miquel Ribera, Dermatólogo del Hospital Parc Tauli, y asesor médico de Acción Psoriasis.
Para Mario Torbado, jefe del Departamento de Relaciones con Pacientes de Pfizer, ‘la implicación de los pacientes es la mejor forma de dar a conocer la enfermedad. Facilitar información a la población general es fundamental para evitar el rechazo. Además, esta campaña también pretende animar a las personas con psoriasis a superar sus miedos, recordándoles que pueden descubrir su piel durante el verano’.
La aceptación de la enfermedad por parte de los afectados y su entorno es el primer paso para la normalización de la enfermedad. Además, gracias a este tipo de acciones de concienciación, se ayuda a que las personas que no están en continuo contacto con ella la conozcan y sepan más sobre las consecuencias físicas y psicológicas que puede conllevar. Roberto López confiesa: ‘es importante enseñar nuestra piel para explicar a la gente qué es la psoriasis, recordarles que es una enfermedad no contagiosa, y para mostrar a otros pacientes que podemos y debemos mostrarla sin complejos, para que la gente lo perciba con total normalidad’.
Del mismo modo, Susana Cantalejo, psicóloga y asesora de Acción Psoriasis comenta que ‘con la campaña hemos querido sensibilizar a la sociedad y al realizarla en verano, animar a la gente a que no esconda su enfermedad y la normalicen. Todas aquellas personas que han participado en la campaña se han sentido pertenecientes a un grupo y, por tanto, también acompañadas. Todo ello contribuye a la aceptación o asimilación de la enfermedad y a la mejora del estado emocional’.
