Las agencias de Comunicación y relaciones públicas no solo se enfrentan en su trabajo diario con los ‘temibles’ periodistas’, siempre ávidos de la peor noticia que se pueda contar de los clientes de la agencia o bloggers o youtubers dispuestos a cobrar hasta por decir ‘hola’. Las agencias tienen que lidiar con sus representados, compañías que en muchas ocasiones no entienden el valor real de una agencia o consultora de Comunicación y que ven en los ejecutivos de cuentas en vez de un asesor, un apagafuegos o cuando menos, un mago que hace desaparecer y aparecer cosas. En los últimos meses, y en nuestra relación con agencias de Comunicación hemos recogido algunos casos muy comunes –y reales– de peripecias que los clientes exigen a las agencias. Por confidencialidad y respeto a algunas de las agencias y sus clientes hemos preferido no desvelar nombres… Pero seguro que alguno sabe de quién hablamos.
1.- La retirada de la noticia: Es posiblemente el caso más común y más rocambolesco que se puede pedir a un medio de Comunicación. Aunque parezca mentira, los medios siguen recibiendo peticiones de agencias de Comunicación que exigen la retirada de noticias que recientemente han sido enviadas a los medios, como si semejante acción fuese tan fácil. ¿Alguien se puede imaginar a todos los distribuidores de el periódico El País – por ejemplo – yendo kiosko por kiosco en España retirando la tirada del día del periódico porque un cliente no está satisfecho con la nota de prensa que se envió a los medios?
2.-‘Quiero ser portada de…’ Trabajar con una agencia de Comunicación es para algunos clientes sinónimo de éxito en prensa, al menos esas son las expectativas de algunos clientes. La verdad, aunque a muchos clientes les cueste entender, es que el mix de Comunicación va más allá de la buena estrategia de comunicación y relaciones públicas. Factores como la inversión publicitaria, la colaboración con el medio u ofrecer una información de calidad son factores determinantes. Ninguna agencia de Comunicación tiene la capacidad de conseguir que por arte de magia un cliente sea portada de un gran medio.
3.- Eventos como una boda real con el presupuesto de una comunión. ¿Cuánto daño ha hecho Steve Jobs con sus presentaciones millonarias de los nuevos dispositivos de Apple? Mucho. Y es que la obsesión por conseguir el mismo impacto que los eventos de Apple es casi un must al que muchas agencias de Comunicación se ven constreñidas. Eso sí, el presupuesto cuanto mejor ajustado, mejor. Eso lleva a que en vez de contar con U2 para amenizar el evento, se termine por contar con el grupo indie de moda en Malasaña… Esta tendencia es bastante común últimamente. O en su defecto, y como le ocurrió hace muy poco a una gran marca electrónica, contar con un grupo que cantaba la canción de otra conocida marca…
4.-Out of the office. Es una costumbre muy ‘cañí’ y aún sigue siendo un vicio de muchos directores de Comunicación y marketing en España no contestar o intentar evitar hacer comentarios a las peticiones de la prensa. Es entonces cuando la agencia de Comunicación se convierte en el ‘correveidile’ entre periodista y cliente. Al final, la agencia se termina convirtiendo en el perfecto ‘escudo’ o ‘parachoques’ para muchos responsables de Comunicación de compañías. En ocasiones, como ha ocurrido en varias compañías en España, la crisis de comunicación se termina saldando con una revisión de agencias y pocos ceses en los departamentos de comunicación o marketing.
