La falta de control existente en España en lo que respecta a las terapias ‘alternativas’ es la causante de que en los últimos años hayan abierto en nuestros país muchos centros en los que, bajo licencias de peluquerías o de centros de naturopatía, se publicitan servicios de quiromasaje, masaje deportivo o pilates. Sin embargo, estas ‘licencias’ no acreditan que las actividades sanitarias que el paciente vaya a recibir se desarrollen con control sanitario, con seguro de responsabilidad civil en caso de lesión o por profesionales habilitados para ejercer la Fisioterapia.
Para evitar que el ciudadano caiga en manos de personas no cualificadas, el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid (CPFCM) ha venido denunciando todos aquellos casos de los que ha tenido conocimiento. Así, en 2014 la Institución Colegial realizó un total de 55 denuncias ante la Dirección General de Consumo, de las cuales, ya se han tramitado 23. Por otra parte, el CPFCM gestionó en 2014 un total de 113 denuncias de ciudadanos en relación al intrusismo y la competencia desleal que realizan estas personas sin titulación habilitante.
Sin embargo, de poco sirve tanta molestia. Según la legislación actual, la Dirección General de Ordenación e Inspección podría pedir la retirada de la publicidad si considera que puede constituir un peligro para el ciudadano por desconocimiento o confusión. No así el cese de la actividad.
Los Colegios Profesionales de Fisioterapeutas también alertan de la proliferación de cursos relacionados con temas sanitarios que utilizan publicidad engañosa para atraer alumnos prometiéndoles trabajo fijo en este ámbito. Son cursos de masajes y prácticas propias de los fisioterapeutas que ‘no habilitan al alumno para ejercer ningún tipo de profesión sanitaria’. Así de rotundos son los colegios profesionales. Señalan que incluso se imparten online y su duración suele ser inferior a un año, por lo que no pueden equipararse a una carrera universitaria.
Desde los Colegios de Fisioterapias explican que, ‘aunque en España haya libertad de formación, esto no implica que tras recibir este tipo de cursos, los alumnos hayan adquirido las habilidades necesarias, ni las legales, para trabajar en el campo de la salud, ya que los verdaderos profesionales sanitarios están obligados estudiar una carrera universitaria que garantice y acredite unos conocimientos mínimos, que más tarde se complementan con otro tipo de formación continua’.
