Jugar al Tetris durante unos tres minutos puede debilitar adicciones en una quinta parte. Y ocurre tanto en las relacionadas con las drogas y la comida como con determinados comportamientos, como el sexo o dormir. Así lo muestra un estudio publicado en Addictive Behaviors y realizado por psicólogos de la Universidad de Plymouth (Reino Unido) y la Universidad Tecnológica de Queensland (Australia). En concreto, la adicción al sexo, a dormir, a jugar a videojuegos o a socializar con amigos se vio reducida a un 16%. Por otra parte, la adicción a las sustancias categorizadas como drogas (tabaco, café, vino o cerveza) se redujo un 21%.
Se observó a los participantes, monitorizados por niveles de adicción, fuera de un laboratorio y se les pidió que jugaran al Tetris en intervalos aleatorios a lo largo del día. Durante el experimento, los psicólogos pidieron a 31 de los participantes (con edades comprendidas entre los 18 y los 27 años) que les informaran si sentían algún ‘impulso’. De esos 31, fueron 15 los miembros del grupo que solicitaron jugar al Tetris tres minutos antes de informar de que su nivel de adicción estaba aumentando. Los investigadores descubrieron así que mantenerse enganchado al juego interfiere en otros deseos. Los beneficios de jugar al Tetris se mantuvieron en los participantes hasta después de siete días de concluido el experimento.
La Profesora Jackie Andrade, de la Universidad de Plymouth explica que ‘el deseo de algo implica imaginar la experiencia de consumo de una sustancia particular o de realizar una actividad particular’. Teniendo esto en cuenta, añade que ‘jugar a un juego visualmente interesante como el Tetris ocupa el proceso mental que soporta esa imaginación’. ‘Es difícil imaginarte viviendo algo y jugar al Tetris al mismo tiempo’, concluye Andrade. La profesora Andrade afirma que ‘esta es la primera demostración de que la interferencia cognitiva puede ser utilizada fuera de los laboratorios para reducir adicciones’. ‘El Tetris puede ayudar a la gente a manejar sus adicciones en su vida cotidiana o durante períodos de tiempo más extensos’, concluye.