Amazon está en el punto de mira de quienes apuestan por una filosofía de trabajo al más puro estilo Google. Durante años, la compañía de comercio electrónico ha crecido de forma exponencial, y lo ha hecho sobre la idea de ser un lugar idílico para desarrollarse profesionalmente. Un reportaje de The New York Times ha desvelado que no es así.
El prestigioso diario estadounidense puso de manifiesto, en un reportaje, una política empresarial basada en la competitividad. El periódico muestra una instantánea del gigante del comercio online que no ha dejado impasible a nadie: gente llorando en sus mesas, jefes sin empatía, medios para denunciar secretamente errores de compañeros, etc. El NY Times describe un ambiente agresivo en el que, además, se está apretando ferozmente a los trabajadores para ver hasta dónde podían llegar y expandir aún más el imperio de la empresa. En el reportaje se explica que se ha entrevistado a 100 trabajadores, tanto actuales como antiguos, y que las descripciones que éstos hacen son estremecedoras. Los empleados aseguran que desde la compañía se les exigen jornadas de trabajo inhumanas y que sus días están rodeados de tanta tensión que el lugar es definido como un sitio odioso en el que trabajar.
Las reacciones no se han hecho esperar. Si bien es cierto que muchos trabajadores han respondido asegurando que ellos no han tenido esos problemas, ha sido el propio fundador de la empresa, Jeff Bezos, quien ha puesto el grito en el cielo y ha defendido a capa y espada las condiciones de trabajo de su compañía. Y lo ha hecho mediante una carta interna a todos sus empleados (que, visto el revuelo, por supuesto ha trascendido más allá de la propia plantilla). En ella, lo primero que hace el dueño de Amazon es instar a los trabajadores de la empresa a leerse completa y tranquilamente el reportaje del NY Times. El multimillonario empresario ha manifestado que ‘cualquiera que trabajase en una compañía como la que describe el diario estaría loco si se quedase’. Bezos añade además que ‘él abandonaría un sitio así’.
Bezos, en su carta, además les pide a todos sus empleados que denuncien si han vivido cualquier situación similar a la descrita en el reportaje y que lo reporten al departamento de recursos humanos o, directamente, a su correo personal, insistiendo así en la idea de que Amazon no es lo que se ha leído a través del periódico. Bezos ya sabía que el NY Times estaba indagando en su empresa, y declino la petición del diario de hacer declaraciones.
Si Amazon es o no el lugar idílico para trabajar o es un infierno, o si ese tormento descrito pertenece al pasado como ha manifestado en LinkedIn el jefe de desarrollo de infraestructuras, Nick Ciubotario, no podemos saberlo a ciencia cierta; pero lo que sí que es cierto es que con lo que tendrá que lidiar la compañía es con el problema de reputación que le ha surgido tras esta publicación en un diario con tanta credibilidad y reputación.