Su propio nombre lo indica. La Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas ha sido creada con el objetivo de prevenir a los pacientes sobre los perjudiciales efectos que pueden tener las terapias pseudocientíficas en el transcurso de su enfermedad y en la mejora de su salud. Ha sido promovida por un grupo de profesionales con formación científica preocupados por el auge de la práctica de estas pseudociencias que, alejadas de inducir hacia una curación real y aprovechando la falta de cultura científica de la población, fomentan el abandono de los tratamientos avalados científicamente o estafan al enfermo y a sus familiares con cantidades astronómicas de dinero.
‘Queremos terapias creadas bajo criterios científicos, contrastadas y respaldadas por un estudio riguroso y científico’, informan en una página web en la que aún pueden encontrarse algunas secciones en construcción. Tal es el caso del apartado en el que se enumeran las pseudoterapias más conocidas. La aromaterapia, el biomagnetismo, la hipnosis, la homeopatía, la reflexología y el reiki son algunas de las ‘terapias’ que pueden encontrarse aquí, pero no las únicas. Aparecen simplemente mencionadas. La idea es que otros profesionales que compartan su sensibilidad hacia este problema contribuyan en cada descripción con un breve artículo divulgativo.
Los requisitos para colaborar son básicos: 1º. Que no te importe firmarlo con una breve descripción de tu perfil formativo; 2º. Que sea breve, claro, conciso, tajante y totalmente argumentado con principios científicos explicados de manera sencilla; 3º. Que podamos publicarlo antes del 30 de agosto, o en torno a esas fechas; 4º. Que sea respetuoso, objetivo y técnico; y 5º. Que tu perfil científico sea contrastable, por ejemplo con la página del grupo de investigación donde trabajas o has trabajado, algún artículo científico publicado o con alguna referencia trazable a tu formación científica.
‘Creemos que el objetivo de la asociación es noble ya que la defensa de nuestra sociedad frente a la superstición y el ánimo de lucro camuflado bajo el nombre de terapias alternativas, no solo nos acercará a la difusión de la realidad científica, sino que además nos permitirá salvar las vidas de aquellos que, si no fuera por la divulgación y los cambios legislativos que solicitamos, podrían fallecer por estar desesperados y encontrarse con personas con pocos escrúpulos o altamente desinformadas’, indica Fernando Cervera Rodríguez, biólogo especializado en temas de salud pública e impulsor de esta iniciativa.
