Alejandro Romero, socio y CEO para América Latina de Llorente & Cuenca, y Luisa García, socia y CEO para la Región Andina de Llorente & Cuenca, analizan las tendencias de consumo mundial en la revista UNO de la consultora, dirigida a clientes, profesionales del sector, periodistas y líderes de opinión y en la que se analizan temas relacionados con el mundo de la Comunicación. En esta ocasión, ambos profesionales apuestan por la economía colaborativa como una revolución del consumo global, ya que para ellos se presenta como ‘un fenómeno que, poco a poco, ha ido tomando mucha fuerza y se encuentra rompiendo los paradigmas de consumo establecidos hasta ahora, con la generación Millennial como principal exponente. La tecnología está cambiando modelos de negocios tradicionales enfocando las necesidades de los consumidores’, señalan en el texto.
Teniendo en cuenta esta afirmación, hay que saber que la revolución digital genera nuevas relaciones productivas y transforma los estándares de consumo mundiales. ‘Es así como nace la economía colaborativa, un sistema en el que se comparten e intercambian bienes y servicios a través de plataformas digitales con la reputación y la confianza de un mejor servicio como eje de la decisión de compra-venta. Gracias a estas plataformas digitales, las barreras de desconfianza se han visto reducidas tomando como base el uso de perfiles de usuarios con valoraciones y referencias que dan pie a nuevas formas de relacionarse, intercambiar y monetizar bienes económicos en modelos de negocio tradicionales’, indican.
Alejandro Romero y Luisa García agregan al respecto de la economía colaborativa que ‘internet, los sistemas de geolocalización, la portabilidad y sociabilidad de las nuevas tecnologías, el crowdsourcing, la cultura open-source, el maker movement y el surgimiento de una nueva generación de ciudadanos con una mayor capacidad y alcance para impactar en su entorno a través de un clic, son tan solo algunos de los componentes técnicos y culturales que han sentado las bases para consolidar un nuevo modelo de intercambio que está redefiniendo la forma de hacer negocios y relaciones a través del intercambio de bienes y servicios entre ciudadanos’.
Por ello, el principal valor agregado de esta nueva tendencia de economía colaborativa es que, además de ganancias económicas, es la producción y el desarrollo de conocimiento, ‘ya que al ser compartido puede tomarse como punto de partida para iniciar nuevos modelos de negocio. En este sentido, el modelo de la economía colaborativa puede traer beneficios personales, tanto a nivel económico como de crecimiento personal e intelectual, pero está sujeto a una limitación: el deseo del individuo’, agregan ambos profesionales de Llorente & Cuenca.