Su duración en el mercado fue breve, de unos cinco años, pero su impacto en la informática moderna todavía perdura. Y es que el que fuera uno de los lanzamientos más importantes de la historia de Microsoft, el de Windows 95, puede presumir de ser el precursor de los sistemas operativos Windows actuales: 98, XP, Vista, 7 o el recientemente estrenado Windows 10, entre otros. Sin olvidar que gracias a él los usuarios pueden disfrutar del interfaz de escritorio habitual, además del tan necesario botón de inicio para acceder de forma sencilla a todos los programas instalados en el equipo.
En datos, Windows 95 se lanzó oficialmente el 24 de agosto de 1995 y su presentación oficial fue precedida por la mayor campaña de marketing que se había visto hasta ese momento en el sector informático. No en vano, Microsoft y Bill Gates invirtieron la friolera de 300 millones de dólares en una campaña de Marketing sin precedentes, de los que 20 millones fueron a parar a la adquisición de los derechos de la canción ‘Start Me Up’ de los Rolling Stones. Este derroche de recursos se debió a que su título hace una clara referencia al Botón Inicio (Start Button), seña de identidad de este sistema.
Sustituto del MS-DOS como sistema operativo y del Windows 3.x como entorno gráfico, Windows 95 marcó un antes y un después en la era de la informática moderna. Su aparición en el mercado generalizó el uso de archivos de 32 bits e introdujo también el sistema Plug and Play, que permitiría al usuario poder utilizar hardware y periféricos en el mismo momento de conectarlos, sin necesidad de tener que instalarlos de forma compleja. Pero pocos años después Windows 95 fue sustituido por una familia más avanzada, la de Windows NT, que aunque había nacido tiempo antes aún no había sido reconocida por el gran público.