Si ha habido y hay un macho alfa por encima de los demás, ese sin duda es 007, James Bond, el agente secreto con licencia para matar. Para calentar motores de cara al estreno de “Spectre”, la nueva entrega de la saga que llegará a los cines el próximo mes de noviembre, recordamos algunos de los hitos musicales que han convertido los títulos de crédito de estas películas en un espectáculo en sí mismos. Pero, claro, como ya tenemos una edad y somos nostálgicos, no vamos más allá de Roger Moore y “Panorama para matar”.
Mucho antes de que se transformaran en tres mujeres muy gritonas y demasiado disparatadas, “Los ángeles de Charlie” eran “tres muchachitas que fueron a la academia de policía” y las protagonistas de una de las series favoritas de nuestra infancia, tal y como reivindica Pablo Vilaboy. Kate Jackson, Jaclyn Smith y Farrah Fawcett fueron las detectives originales que resolvían misterios sin perder la elegancia, potenciando su sex appeal y, encima, sin tener que aguantar la presencia del jefe.
“The Rocky Horror Picture Show” supera cualquier intento de clasificación porque es un auténtico fenómeno, ha dado pie a un culto, a una forma de entender la vida, ha cambiado la manera de ver películas, sólo asistiendo a una proyección (y participando del espectáculo que se desarrolla en el patio de butacas) puede comprenderse de qué estamos hablando. Juan Fernández recuerda algunas de sus canciones más famosas y nos invita a buscar maquillaje y taconazo para emular a Tim Curry al ritmo de “Sweet Transvestite”.
“Billy Elliot”, tras ser una maravillosa película, se convirtió en un magnífico musical gracias a su director y su guionista (Stephen Daldry y Lee Hall) y a la vibrante partitura creada para la ocasión por Elton John. Estigmatizado por querer aprender ballet, señalado como “rarito” por las mentes estrechas que no ven más allá del tutú, Billy aprenderá a no avergonzarse por tener un sueño y querer llevarlo a cabo con la ayuda de su mejor amigo (cuya mayor diversión es vestirse de mujer) y de una maestra de baile de vuelta de todo que le enseñará a brillar. ¡No hacen falta plumas y lentejuelas para arrebatarse con este musical!
