‘La farmacia afronta un nuevo reto que nada tiene que ver con los que hemos conocido hasta ahora. La farmacia se enfrenta a una demanda que viene impulsada por la propia sociedad: la utilización de los medios digitales. Esta tendencia ha aumentado los conocimientos de la sociedad y la farmacia tiene que responder adecuadamente en su compromiso por prestar el mejor servicio al ciudadano’. Así de contundente se ha mostrado Carlos González Bosch, presidente del Grupo Cofares, en el acto de inauguración del ‘Encuentro UIMP 2015: Formación, información y nuevas tecnologías en la Farmacia del siglo XXI’ celebrado en Santander.
Carlos González Bosch ha lanzado varios mensajes sobre los que reflexionar. El primero de ellos tiene que ver con la celeridad con la que el farmacéutico ha asimilado las nuevas herramientas digitales en su día a día, pero ¿qué hay de su oficina de farmacia? ¿También ha integrado allí las nuevas tecnologías para responder al paciente utilizando los nuevos canales a través de los cuáles éste ha comenzado a comunicarse? En opinión del presidente de Cofares, aunque ‘el farmacéutico ha sido el primero en usar los medios digitales, su oficina de farmacia está atrasada’. El presidente de Cofares ha dirigido un toque de atención a las autoridades sanitarias correspondientes: ‘Hay que concienciar al que tenga que modificar leyes y al que tenga que modificar legislaciones para que sepa que estamos dispuestos a asumir esa atención que la sociedad nos demanda’.
De la misma opinión es Julio Sánchez Fierro. El director del encuentro organizado por Grupo Cofares y el Instituto de Formación Cofares insiste en que ‘la receta electrónica es el claro ejemplo de que la farmacia ha ido por delante en el cambio de paradigma; sin embargo, las nuevas tecnologías no solo han implicado una nueva forma de gestionar la farmacia comunitaria: fuerzan al farmacéutico a desarrollar otros servicios’. Julio Sánchez Fierro hace hincapié en que el farmacéutico sea más sensible a la era digital, pues suspende en presencia digital. ‘La farmacia debe estar metida en el signo de los tiempos dando respuesta cabal a los retos sanitarios y sociales que vienen con el propio siglo XXI y contribuir a la definición de futuro en el sistema sanitario’, concluye.