El estreno de Bein Sports en la primera jornada de Champions League no pudo ser más desafortunado. Este debut venía precedido de la incógnita de la incorporación de la cadena a Movistar+ -algo que finalmente no se produjo- y de las pocas ventanas existentes para ver en exclusiva la primera competición continental de clubes. Finalmente el partido sólo se pudo ver en Vodafone, Orange, Telecable y con serias dificultades en las plataformas de Internet de Mediapro.
El grupo presidido por Jaume Roures anunció en los días previos que una gran opción para ver los partidos era Total Channel, la OTT del grupo, operadora de pago que emite la Champions por 9,99 euros al mes, pero sólo por Internet. El problema es que durante toda la hora de los partidos, e incluso desde pasadas las 20.30 hrs la plataforma colapsó y hasta casi las 22.30 fue casi imposible acceder a ver los partidos por este canal.
Los abonados de Total Channel que utilizaron las redes sociales como principal canal de protesta, fueron derivados a la página oficial de Bein Sports, lugar en el cual se podía habilitar la clave de Total Channel después de unos diez minutos de validaciones y de fallos iniciales del sistema de streaming. No obstante, ya una vez en la plataforma de Bein Sports, los abonados comprobaron que no era fácil seguir las retransmisiones de los partidos. Incluso hubo muchos abonados que se quedaron sin ver los partidos y otros que se perdieron la primera parte porque Bein Sports tampoco estuvo totalmente operativo hasta pasada la primera parte.
El encuentro más demandado fue el del Atlético de Madrid con el Galatasaray, un partido que se pudo seguir con dificultades, con cortes permanentes en su señal y con una calidad de imagen sensiblemente inferior a la HD que se prometía en la previa. Llos servidores de Internet de estas plataformas no fueron capaces de solventar la enorme cantidad de peticiones registradas las tarde de ayer debido al gran número de abonados que se conectaron al mismo tiempo.
Con todo, Bein Sports emitió los ocho partidos de manera simultánea y diferenciada y exceptuando los partidos de los equipos españoles (Sevilla y Atlético de Madrid) el resto se vieron con relativa normalidad cuando se habilitó el servicio, con buena calidad de imagen aunque con cortes esporádicos de la señal.
Posteriormente y una vez que se terminaron los partidos y por tanto el flujo de visitas recurrentes bajó ostensiblemente, la señal se normalizó y los resúmenes y programas especiales de Bein Sports relacionados con Champions se pudieron veer con total normalidad y con la calidad que la cadena ha venido prometiendo desde su lanzamiento.
Recordemos que Mediapro compró Total Channel hace poco menos de dos años como una manera de dar visibilidades a sus cadenas de fútbol, primero Gol Televisión y ahora Bein Sports. Total, esvuna empresa española nació con la idea de competir con Yomvi y con el objetivo a largo plazo de ser el Netflix español, que desde la compra de Mediapro ha visto que su desarrollo se ha centrado en dar visibilidad a cadenas y no a su propia competitividad.
