¿Qué recién aterrizado periodista estaba tan emocionado de verse por primera vez en un parador de lujo con bañera en su habitación (en vez de plato de ducha) que rechazó ir a hacer turismo con sus compañeros y prefirió pasarse en remojo las 2 horas que la organización había reservado al ocio argumentando que ‘nunca se sabe cuando vas a encontrar otra bañera’?