Ser diagnosticado de enfermedad de Alzheimer no afecta sólo a quien la padece, también implica a las personas de su entorno. Aunque es frecuente que los familiares del enfermo intenten ocultarle la realidad, la Dra. Marta Ochoa, jefa del servicio de Neurología de HM Hospitales, insiste en que ‘las personas con enfermedad de Alzheimer tienen derecho a saber que tienen esa enfermedad’. Cuando una persona sufre Alzheimer hay ciertas costumbres que se niega a cumplir. Para evitarlo, en la medida de lo posible, hay que seguir una rutina para todo.
Uno de los aspectos que más descuidan es la higiene. ‘Hay que asegurarse de que se duchan, porque la falta de aseo causa rechazo en la sociedad y eso no lo podemos permitir’, destaca la Dra. Ochoa. Para facilitar esta acción tienen que hacerlo siempre a la misma hora, sin meterles prisa y dando órdenes breves y tranquilas. También hay que mantener su buen aspecto, a los hombres ayudándoles a afeitarse (es aconsejable una maquinilla eléctrica) y a las mujeres guiándoles a la hora de maquillarse y de peinarse. Vestirse es una de las cosas que les resulta más difícil. Es recomendable organizarles el armario sólo con ropa de temporada, que ‘combine’ y ordenarles las prendas según haya que ponérselas.
La hora de comer tiene que ser siempre la misma y sentados con la familia en un ambiente tranquilo. La mesa tiene que ser sencilla, la comida casera y partida en trozos pequeños para estimular la lengua y la garganta. Hay que intentar que coman solos para que sean independientes el máximo tiempo posible.
El cuidado del paciente con Alzheimer se basa en ‘paciencia, cariño, respeto y elogios’, señala la Dra. Ochoa. Si el paciente mantiene habilidades y aficiones hay que dejar que las siga desarrollando, pero no hay que agobiarle. Hay que intentar que participe en nuestras actividades y recordarle lo válida que es su ayuda, pero también dejarle ratos de descanso y soledad. Es beneficioso que salgan a la calle y que hagan ejercicio físico.
‘A la hora de comunicarse con enfermos de Alzheimer hay que tener mucha paciencia, hablarles de cerca y manteniendo contacto físico, sin hacerles varias preguntas a la vez. Tenemos que captar sus ideas, usar un lenguaje sencillo y no forzarles a mantener un diálogo’, aconseja la Dra. Ochoa. La rehabilitación neuropsicológica y la terapia ocupacional en pacientes con enfermedad de Alzheimer son beneficiosas ‘ya que mejoran su funcionalidad, prolongan la fase de independencia y además, ayudan al cuidador principal del enfermo’.
La experta da 15 puntos clave para llevar esta enfermedad lo mejor posible. Son los siguientes: seguir una rutina diaria. Asegurarse de que haya muchos objetos familiares alrededor; mantenerse al tanto de dónde está el paciente y de su seguridad, asegurarse de que coma bien y beba abundancia de líquidos; ayudar al paciente a que se mantenga lo más independiente posible por el mayor tiempo posible; procurar que haga ejercicios regularmente; seguir relacionándose con los amigos y la familia; emplear ayudas escritas para la memoria como calendarios y grandes relojes, listas de las tareas diarias, etc.; asegurarse que el paciente se haga chequeos regulares; planificar necesidades futuras como la atención en Centros de Día y el ingreso en una Residencia; dar mucho apoyo emocional al paciente y a todos los prestadores de asistencia; asegurarse de que el paciente tome los medicamentos prescritos; asociarse a un grupo de apoyo para los miembros de la familia; pedir ayuda con las finanzas, arreglos legales, asesoramiento diario, temas emocionales o arreglos del hogar para convalecientes cuando se necesite; revisar el hogar en cuestiones de medidas de seguridad, como barras en la pared cerca de la taza del baño y la bañera, luces nocturnas en los pasillos y en las escaleras, etc. y asegurarse que todos los profesionales sanitarios tengan una lista completa de los medicamentos del paciente.