Bein Sports emitirá esta noche en exclusiva el Real Madrid-Malmö, un encuentro que a priori debería ser un gran aliciente para ver la cadena de Mediapro, pero que visto los últimos acontecimientos podría convertirse en un verdadero dolor de cabeza para la plataforma. Los problemas de la emisión en internet siguen sin solucionarse y Vodafone y Orange siguen sin tener la masa crítica de abonados para poder garantizar una cobertura en condiciones del partido.
El acuerdo con Movistar+ nuevamente no ha llegado y esto pone a Bein Sports en una compleja situación de cara a los partidos de esta jornada en que se enfrentan el Real Madrid, Atlético de Madrid y Sevilla. La jornada de ayer nuevamente se registraron incidencias con cortes y problemas de conexión a los canales, pero pasaron desapercibidos por el escaso volumen de personas conectadas y porque el partido realmente relevante: el del FC Barcelona fue emitido en televisión en abierto.
El único encuentro de un equipo español: el del Valencia se emitió en Bein Sports pero es indudable que el efecto mediático es mucho menor que el que se generó la semana pasada con los problemas del partido del FC Barcelona ante la Roma. Este efecto es precisamente el que se teme en Bein Sports para esta noche: una avalancha de conexiones en Internet que podrían tumbar la página y problemas para encontrar un bar –la mayoría con Movistar+- donde los aficionados madridistas puedan ver el encuentro.
No pinta fácil y a pesar de que Bein Sports ha reforzado sus servidores y equipo técnico, ellos mismo reconocen que la plataforma digital no es ni debe ser el soporte de referencia para emitir estos partidos. El problema de fondo sigue siendo Mediapro y Movistar no llegan a acuerdo para la incorporación de la cadena a la oferta de la operadora de pago, algo que no tiene solución aparente.
Mientras los fanáticos del fútbol deberán acostumbrarse a ver los partidos en Internet con problemas de conectividad hasta que Bein Sports solucione sus problemas técnicos. Esta noche vivirá su prueba de fuego, aunque lo más probable es que sea el partido de Champions del Real Madrid menos visto de la historia, considerando que las conexiones en Internet a Bein Sports están limitadas para evitar el colapso y que Vodafone y Orange siguen sin carburar.