Después de muchos años intentando poner en marcha medidas para paralizar su decadente situación, el Grupo UNILABS no ha tenido otra alternativa que cerrar y colgar el cartel de ‘se vende’. El próximo 13 de octubre, a excepción de 4 trabajadores, todos los empleados de las clínicas que hay repartidas por Cataluña se verán en la calle y a finales de diciembre, la situación afectará a la plantilla catalana al completo de una compañía que ha estado dedicada durante años a la realización de análisis clínicos y a la gestión integral de la salud de la mujer.
Unilabs adquirió en febrero de 2014 los laboratororios Casacuberta para reforzar su presencia en Cataluña. Previó para ese mismo año un crecimiento en el número de pacientes del 15% solo en esa clínica. Hasta ese entonces, contaba con otros dos laboratorios en Barcelona, un tercero en el Institut Guttmann de Badalona y trece puntos de extracción repartidos por la Comunidad Autónoma. En total, en Cataluña prestaba servicios médicos a más de 60.000 pacientes. O al menos así de optimistas se mostraban en la nota de prensa enviada a los medios de Comunicación en aquella ocasión.
Fuentes cercanas a prnoticias aseguran que el principal interesado en la compra de las clínicas que UNILABS tiene en Cataluña es su competidor más directo: el grupo inversor del laboratorio de análisis clínicos Labco. Labco Quality Diagnostics es una compañía que cuenta con a nivel europeo con una extensa red de laboratorios clínicos hospitalarios y no hospitalarios Entre estos últimos se integran laboratorios clínicos de rutina y especiales. Solo en España, Labco cuenta con 14 laboratorios, a los que podrían sumarse los cuatro pertenecientes hasta ahora a Unilabs.
En los últimos años, UNILABS ha atravesado situaciones muy complicadas. Según publicaba en exclusiva prnoticias el pasado mes de diciembre de 2014, la dirección de Recursos Humanos del Grupo UNILABS anunció al Comité de Empresa la firma una inminente ‘reestructuración’ de su plantilla para solucionar la difícil situación la que están atravesando los laboratorios y el centro de reproducción asistida que el Grupo tiene en propiedad en nuestro país. Los empleados denunciaron el caso como un ‘ERE encubierto’ en Unilabs.
