COPE pasa por un momento complicado a pesar del optimismo expresado por sus directivos y comunicadores en la última presentación de la temporada. La palabra ‘liderazgo’ resonó con fuerza en todos los rincones del auditorio del Museo Reina Sofía y no hay empleado de la cadena que no sueñe con superar a la Cadena SER en el mediano plazo. El problema es que muy pocos creen que realmente se produzca este cambio si es que no se modifica el sistema de medición del EGM, algo por lo que comenzarán a trabajar todos dentro de la cadena.
En el último EGM –con equipo de Deportes al completo pero sin Carlos Herrera- la cadena registró 1,8 millones de oyentes de media frente a los 2,5 millones de Onda Cero y los 4,7 millones de liderazgo de Cadena SER. Un duro varapalo para la cadena de los Obispos que pese a la fuerte inversión en fichajes apenas supera por medio millón de oyentes a RNE que tiene una décima parte de su presupuesto en estrellas.
Una caída que no pasó desapercibida entre los directivos pero que fue ‘amortiguada’ por la llegada de Carlos Herrera, recibido como el ‘salvador’ y el ‘mesías’ que guiará a la COPE hacia el liderazgo. No obstante, los fríos cálculos que se hacen en el edificio de calle Alfonso XI están totalmente alejados de estas intenciones e incluso convierten la sola idea de querer convertirse en líderes en una mera quimera o en poco menos que un milagro.
En el caso del propio Herrera las previsiones más optimistas indican que con el actual sistema de medición nunca llegará ni de cerca a los dos millones de oyentes que tuvo en Onda Cero. Y no solo por los oyentes heredados de Ángel Expósito que apenas llegan al millón, sino porque el sistema de medición no les favorece, no contabiliza todos sus canales de difusión y no mide la repercusión en redes sociales.
Es lo mismo que le pasa al equipo de Deportes de COPE que lleva ya cinco años luchando por intentar a superar a Cadena SER y siempre sin éxito. Recurrentemente los miembros de esta sección apelan a lo que ellos ven en la calle y la percepción que tienen al hacer el programa donde indudablemente, indican, tiene más oyentes de los que contabiliza el EGM.
Es por ello que dentro de COPE se están reforzando los argumentos y las fórmulas para intentar cambiar el EGM de alguna manera o en su defecto potenciar otro tipo de mediciones alternativas y complementarias que de cara a la opinión pública mejoren sus datos y que les acerquen más a los anunciantes. Y es que ellos saben que a mejores datos –y no sólo los del EGM- mejores posibilidades de incrementar anuncios publicitarios, e ingresos.