Miguel Robledo, ex director de comunicación externa de Bankia en la era Rodrigo Rato ha sido el último imputado en el caso de la adjudicación de los contratos de comunicación y publicidad a cambio de comisiones a empresas pantalla de Rato. El mismo juez también ha decidido mantener la imputación de Alberto Portuondo, el único de los 11 imùtados que se mantiene en prisión.
Según ha confirmado el periódico El Mundo, Ee juez Antonio Serrano-Artal ha decidido aceptar la solicitud de la fiscal Elena Lorente sobre la imputación de Robledo en la presunta corrupción entre particulares por pago de comisiones a cambio de adjudicaciones a las agencias publicitarias Zenith y Publicis. Aunque nunca tuvo responsabilidades en la concesión de contratos publicitarios, y sus funciones se limitaban a la dirección de comunicación externa del banco, según las investigaciones Miguel Robledo tendría suficiente influencia como para influir en las concesiones.
También ha declarado esta semana ante el juez Pilar Trucios, directora general de Comunicación durante la salida a bolsa de la entidad y que ha desmontado la coartada de rato y sus cercanos, incluido Alberto Prtuondo. Trucios se posicionó en contra de adjudicar a Publicis la campaña de publicidad para la Oferta Pública de Valores (OPV) ante las presiones de Presidencia. Supuestamente, y según las investigaciones, las presiones por la adjudicación de los contratos publicitarios a Zenith Media y Publicis llegaron desde el mismo Miguel Robledo y gracias al papel de Alberto Portuondo se produciría el pago de las comisiones de las empresas adjudicatarias al mismo Rato. Las empresas Zenith y Publicis obtuvieron 40 millones de euros por los contratos relacionados con la OPV de Bankia. Al tiempo, Albisa Inversiones y Asesoramiento (sociedad de Alberto Portuondo) obtuvo 2 millones de esas firmas por trabajos que la Guardia Civil cree que nunca se produjeron.
De los 11 imputados en la causa es Alberto Portuondo, que entró en prisión el pasado mes de Agosto, el que continúa en prisión. Más suerte ha tenido la la secretaria de Rodrigo Rato, también investigada en la causa, María Teresa Arellano, y que la semana pasada también fue detenida junto con Miguel Ángel Montero, un empresario vinculado a Vivaway, que habrían participado en el entramado del cobro de comisiones para prestar declaración ante el juez. En febrero de 2012, y tras la salida de Pilar Trucios de la dirección de Comunicación del banco, esta se hizo cargo de sus funciones.
El escándalo de los contratos de Rodrigo Rato habría dejado al descubierto la posición de Portuondo como ‘el facilitador’ para que varias empresas de Comunicación supuestamente consiguieran suculentos contratos con Caja Madrid. Portuondo habría actuado como intermediador del pago de las comisiones de estas agencias de comunicación y publicidad a otras empresas del mismo Rato. Por el momento dos directivos de la agencia de publicidad Publicis y otros dos de Zenith Media están imputados en este escándalo. Según la investigación en curso, Publicis y Zenith supuestamente pactaron con Alberto Portuondo el pago de hasta el 30% sobre los beneficios que aportaran las adjudicaciones de Bankia. Supuestamente, a su vez el empresario llegó a un acuerdo con Rato para compartir esas comisiones con Rato.
Pero no sólo Publicis y Zenith Media parecen estar implicadas en este escándalo, también ha aparecido la agencia de comunicación Lateral Mente, curiosamente empresa de la que Portuondo era representante. Según la investigación, Bankia adjudicó un contrato para mejorar su reputación online a Lateral Mente. A razón de medio millón anual (1,5 en total). La Guardia Civil cree que Rato pudo también mediar en la consecución. La empresa Lateral Mente, de la que Portuondo era representante, curiosamente gestionó durante muchos años otra suculenta cuenta en el área de comunicación, la de Coca Cola en la que el empresario había sido durante más de una década director general. Lateral Mente cerró hace un tiempo, pero Alberto Portuondo ha seguido trabajando en el mundo de la comunicación.