La Clínica La Luz, integrada en el grupo Quirónsalud, ha decidido poner en marcha una Unidad de Tabaquismo con el fin de ofrecer a los fumadores un abordaje terapéutico multidisciplinar que les permita dejar definitivamente el consumo de tabaco.
‘Nuestro objetivo es poner a disposición de todos aquellos que quieren dejar de fumar un amplio abanico de herramientas terapéuticas que, bajo estricta supervisión médica, les permitan convertirse en no fumadores de forma estable en el tiempo’, señala el doctor Roberto Martín Reyes, responsable de la Unidad, que deja claro que ‘todos los pacientes que inician un tratamiento de este tipo notan los beneficios de forma casi inmediata, en las primeras semanas desde el inicio de la terapia’.
Hay que tener en cuenta que los pacientes fumadores ‘presentan una importante dependencia física y psicológica del tabaco’, lo que hace necesario, a juicio del doctor Martín Reyes, ‘la ayuda especializada en la deshabituación, que consigue unos buenos resultados a la hora de que el paciente consiga dejar de fumar’. ‘Podemos asegurar que, con una terapia adecuada y el correspondiente seguimiento, al menos el 60% de los fumadores dejan el tabaco para siempre, según distintas estimaciones’, agrega Martín Reyes.
La nueva Unidad se dirige, en concreto, a cualquier fumador que esté en fase de preparación o de acción, es decir, que se encuentre altamente motivado para hacer un serio intento de abandono del tabaco; personas que, después de haber realizado dos o tres intentos serios de abandono del consumo de tabaco, correctamente tratados por un profesional sanitario, no han logrado dejar de fumar; fumadores con una cardiopatía isquémica descompensada o de menos de 3 meses de evolución; con hipertensión arterial descompensada; con arritmias cardíacas graves no controladas o enfermedad vascular no controlada, entre otros casos, como por ejemplo el de fumadoras embarazadas que deseen dejar de fumar y no puedan conseguirlo sin ayuda especializada.
La puesta en marcha de la Unidad responde también a una realidad, que pone de relieve el doctor Martín Reyes, y es que ‘entre el 35% y el 60% de los fumadores españoles quieren dejar de fumar y, de todos ellos, sólo el 25-35% acaba recibiendo la ayuda adecuada de un profesional sanitario’.
La Unidad incluye una consulta de enfermería, donde al paciente se le somete a distintos test para analizar su grado de dependencia física a la nicotina (test de Fagerström). Posteriormente los especialistas confeccionan una historia clínica centrada en la dependencia del tabaco y someten al paciente a test de dependencia psíquica, como el Glover-Nilsson, y motivación (Richmond).
En el contexto del tratamiento se realizan también análisis con cooxímetro para medir el nivel de CO en aire espirado (espirometría en casos seleccionados), y consultas con otros especialistas. Asimismo se proporciona a los pacientes terapia farmacológica en los casos necesarios y según las necesidades de cada paciente, así como ayuda psicológica para fortalecer la motivación y evitar las recaídas.
Una vez conseguido el objetivo, un punto al que se suele llegar, según los casos, en un plazo de entre tres y seis meses, el paciente acude a revisión de forma periódica, donde se le somete de nuevo a pruebas de control para confirmar el abandono definitivo del hábito de fumar.