Cinfa Biotech S.L., la empresa de biosimilares de Infarco (matriz de Laboratorios Cinfa), iniciará en 2015 los estudios clínicos para el desarrollo de su primer biosimilar, el B12019 (pegfilgrastim) en el área oncológica.
B12019 es un agonista receptor del factor estimulador de colonias de granulocitos (G-CSF), y está indicado para el tratamiento de la neutropenia inducida por quimioterapia. El medicamento ha finalizado con éxito los estudios preclínicos y ha iniciado el desarrollo clínico bajo los requisitos y estándares científicos de la Agencia Europea del Medicamento (EMA).
Cinfa Biotech, con sede en Olloki (Navarra) y una filial en Munich (Alemania), fue creada en 2013 por Infarco con una inversión inicial de 70 millones de euros para establecer las bases de un portfolio de medicamentos biosimilares, comenzando por las áreas de la oncología y las enfermedades autoinmunes. El desarrollo, los ensayos clínicos, la fabricación y los controles de calidad de los tratamientos de Cinfa Biotech se están llevando a cabo en Europa bajo los más altos estándares de calidad.
‘Nuestro equipo, formado por expertos con dilatada experiencia que ya han lanzado con éxito medicamentos biosimilares en mercados de todo el mundo, cubrirá toda la cadena del valor, desde el desarrollo hasta la fabricación y la comercialización’, afirma Rüdiger Jankowsky, Director General de la filial de Cinfa Biotech en Munich. ‘Nuestro objetivo es poner al alcance de un mayor número de pacientes tratamientos de alta calidad y eficacia, que contribuyan a la sostenibilidad de los sistemas sanitarios’.
Para Enrique Ordieres, Presidente de Infarco-Cinfa, ‘la creación de Cinfa Biotech y la apuesta por el desarrollo y comercialización de medicamentos biosimilares es un paso natural en nuestra estrategia de negocio’. Tal y como explica, ‘con Cinfa Biotech, queremos mejorar el acceso de todos los pacientes a los medicamentos biológicos, altamente eficaces, pero mucho más complejos en desarrollo y con costes muy elevados. Así, con los biosimilares, esperamos contribuir a la universalidad terapéutica, en la que ningún paciente deje de recibir el tratamiento que necesite’.