¿Cuántas veces hemos escuchado aquello de que ‘la realidad supera la ficción’? Situaciones en las que los acontecimientos trascienden lo sensatamente imaginable hay para todos los gustos y en todos los ámbitos de la vida, no solo en Ciencia y en Tecnología. El sector sanitario no está exento de casos en los que se llevan a cabo logros más propios de una producción cinematográfica. Tal es el caso del desarrollo de prótesis biónicas con control intuitivo, libertad de movimientos e incluso sentido del tacto que se integran en el cuerpo humano. El ámbito de la salud tampoco está a salvo de dramas que bien podrían optar a varias nominaciones en los Globos de Oro, o que tienen un razonable parecido a historias llevadas con anterioridad y mucho éxito a la pequeña pantalla.
Es lo que ha ocurrido con ‘Breaking Bad’. La serie narra la historia de Walter White, un profesor de química con problemas económicos a quien le diagnostican un cáncer de pulmón que no tiene solución quirúrgica. Para solventar los altos costes que comporta su tratamiento y asegurar el futuro económico de su familia, monta un laboratorio donde comienza a cocinar y vender metanfetamina. Este drama cinematográfico ha encontrado un fiel reflejo en la vida real. Lo conocíamos el pasado fin de semana, cuando varios medios de Comunicación argentinos se hacían eco del desmantelamiento de una organización narco que fabricaba y distribuía drogas de diseño.
Su líder y el encargado de diseñar estructuras químicas y de escribir las ecuaciones con las que más tarde se fabricaría el material ilegal era un farmacéutico. Al igual que el profesor de Química de la exitosa serie, éste actuaba en un barrio de clase media y utilizaba sus conocimientos para la elaboración de LSD, éxtasis, cocaína y ‘polvo de ángel’. A su alrededor contaba con una extensa red de narcotraficantes. De hecho, los efectivos del Área de Delitos y Crimen Organizado de la Policía Metropolitana de Argentina ha detenido a 32 personas (22 hombres y 10 mujeres). Entre ellos podría encontrarse incluso un ex integrante de la Policía Federal.
En España podemos ‘presumir’ de haber acogido un caso similar hace excasamente un año. En noviembre de 2014, en un municipio zaragozano de menos de 80 habitantes, Marcial Sánchez González, profesor universitario de Química Orgánica con más de 60 años de edad, dedicaba semanas enteras a la fabricación de speed. La Guardia Civil, que desmanteló su laboratorio y detuvo a 14 personas, explicaba que el científico se servía de productos relativamente comunes y de fácil adquisición para elaborar las ‘recetas’ de los productos que luego se distribuían por Zamora, Salamanca y Valladolid. ¿Se inspiraría en la célebre serie de televisión estadounidense o es simple casualidad?
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