¿Una imagen vale más que mil palabras? No siempre, pero a veces sí. La marca de chicles Extra ha logrado emocionar a más de cinco millones de personas en solo una semana con la historia de amor de Sarah y Juan, una historia contada sin que los protagonistas intercambien ni una sola palabra, pero que ha sabido transmitir amor y sensibilidad a todos los que ya la han visto.
La marca de chicles ha apostado por la generación de contenido y experiencia en los espectadores con un nuevo spot en el que dos adolescentes comienzan su historia de amor gracias a un intercambio de chicles. A lo largo de dos minutos los dos protagonistas van pasando por diferentes etapas de su vida en las que hay dos cosas que siempre los acompañan: el amor y los chicles Extra.
En cada momento importante para la pareja aparece el chicle. Juan siempre se queda con el envoltorio y dibuja algo en él, aunque en ningún momento, hasta el final, se desvela la razón por la que el joven va recogiendo estos papeles.
Tras idas y venidas, viviendo en distintas ciudades, con trabajos diferentes y usando las nuevas (ya viejas) tecnologías para comunicarse, Sarah regresa a su ciudad y entra en un local para ver a su novio. En la sala no hay nadie pero se encuentra con una exposición. En cada uno de los cuadros colgados en la pared hay un envoltorio de chicle con un dibujo de una de las escenas que han marcado su relación. El primer encuentro, la primera cita, el primer viaje… y en el último cuadro, algo que está a punto de suceder: la imagen de Juan arrodillado pidiendo a Sarah que se case con ella. Cuando la chica se gira, su novio está en la sala exactamente en la misma posición en la que aparece en el dibujo.
Las caricaturas, obra de la artista puertorriqueña Mya Pagán, demuestran una vez más que aunque muchos renieguen el romanticismo es una de esas pocas cosas que no pasa de moda. Extra ha conseguido tocar la fibra sensible de los internautas, sean o no consumidores de chicles. La marca ha creado una de esas historias que a todos nos gustaría protagonizar y que, además, tiene final feliz.
