‘Cambio 16’ es una de las históricas cabeceras españolas heredera del desaparecido ‘Diario 16’ que en estos momentos pasa por horas bajas. La revista está contralada por empresarios venezolanos afines al Régimen de Nicolás Maduro que buscan en España hacer grandes negocios con sus asesorías petroleras aunque siempre con contenidos que no ‘molesten’ al Chavismo. El proyecto de relanzamiento comenzó en octubre del año pasado con interesantes resultados pero se ha ido desperfilando por la injerencia de los dueños en los contenidos.
En septiembre de 2014 el grupo de inversores luxemburgués Energy & Information Group compraba la histórica cabecera y destituía al hasta ese momento histórico director de la cabecera Energy & Information Group Gorka Landáburu. Sonia Aparicio durante más de diez años responsable de especiales de Unidad Editorial pasó a ser la nueva responsable de la cabecera que contrató a Innovation (la empresa de Juan Antonio Giner) para preparar un rediseño y relanzamiento.
No obstante, detrás de este fondo de inversión se encuentra Francisco Neri Bonilla y su hermano, empresarios que se han convertido en millonarios gracias a sus negocios con el Chavismo y que en España esperan hacer grandes negocios con sus asesorías petroleras. En este sentido ‘Cambio 16′ es su carta presentación que les da prestigio y que además comienza a ser un negocio rentable que ya entrará en beneficios el próximo año.
Sonia Aparicio dimite como directora en octubre de 2014 y le sustituye Daniel Lozano como director en funciones y desde mayo como director oficial. La idea al fichar a Lozano, con gran experiencia en Venezuela como corresponsal de medios españoles –entre ellos ‘El Mundo’- era apostar por un profesional independiente que otorgara credibilidad a la cabecera y alejara los rumores de una cabecera implicada con el Chavismo.
No obstante, la independencia que se prometió a Daniel Lozano comenzó a flaquear al cabo de unos meses de comenzar su andadura. Los directivos y gestores comenzaron a entrometerse en los contenidos y a vetar temas complicados para el régimen como las primera las marchas estudiantiles contra Maduro y la segunda el apoyo de Felipe González a los presos políticos. Además –para evitar problemas- optaron por dar un giro más social y rosa a la publicación que históricamente se ha caracterizado por tratar temas políticos.
Esa situación generó la salida de Lozano hace unas semanas coincidiendo con una migración cada vez mayor de contenidos y de fuerza laboral hacia Caracas. Los trabajadores de la revista indican en privado que la idea de los Hermanos Neri es trasladar prácticamente toda la redacción a Caracas por el menor coste periodístico en este país. De hecho, toda la producción y montaje de los contenidos además de las redes sociales se llevan ya desde Venezuela.