Parecía que todos los secretos habían sido desvelados, pero la última edición de ‘Gran Hermano’ continúa guardando un as en la manga por el momento. La gala se presentaba mágica y no sólo era por la presencia del ilusionista Jorge Blass para la prueba de inmunidad. Era noche de expulsiones y nuevas nominaciones, que han vuelto a ser privadas mientras que las tensiones entre los habitantes parecen crecer cada día que pasa.
El reality ha querido reinventarse con la entrada de un nuevo participante en la casa, Ricky que formaba parte de las fotografías que se han ido mostrando al final de cada gala. El más reciente de los participantes deberá ocultar que no ha vivido en el apartamento aislado desde que empezó el programa y esconder la presencia de cuatro habitantes más en ese espacio. Maite, Muti, Raquel y Quique, los primeros expulsados de ‘Gran Hermano’ regresan a Guadalix para jugarse la repesca del programa, por lo que tendrán que convivir durante una semana hasta que el público decida quien debe volver.
Pero también la gala se centró en la quinta expulsión. Mercedes Milá repaso como fueron las últimas horas de Ivy, Vera y Han. Mientras que Ivy no quiere abandonar a su reciente marido, Vera se convierte en el centro de las burlas de Marta, Marina y Niedzela. Por su parte, Han y Aritz continúa sufriendo sus continuos altibajos en su relación. Finalmente la audiencia decidió que la quinta expulsada de ‘Gran Hermano’ fuese Ivy, quien se reencontrará con sus compañeros expulsados antes de abandonar la casa.
La prueba de la inmunidad llegó de la mano del mago Jorge Blass, que escondió en la casa un kit de magia que encontró Marina, por lo que tiene la posibilidad de salvarse así misma de la nominación o a uno de sus compañeros. Pero el ilusionista tenía un nuevo truco preparado: una caja imposible que hará finalista a quien consiga abrirla sin dañarla y encontrar el papel que está guardado en su interior. El primero en intentarlo fue Suso, quien rompió la uso demasiada fuerza y rompió la caja perdiendo su oportunidad de convertirse en finalista directo.
La gala nos desparaba una nueva nominación y, después de que cada concursante votase, esta vez de forma anónima en el confesionaro, los elegidos para abandonar la casa la semana que viene son Vera, Niedzela y Carolina