Después de que se haya destapado el caso de los motores trucados en Volkswagen, son muchos los usuarios que aún no saben qué pasará con sus vehículos. Además, las inversiones que la compañía tenía planificadas para España se mantienen en el aire. De esto y de muchas cosas más nos ha hablado Miguel García Puente, director técnico de la revista ‘Autopista’, que ha analizado cómo han recibido los medios de comunicación la escasa información que ha recibido.ç
¿Es posible que el escándalo en Volkswagen se repita en otras marcas?
Conocimiento de que exista no lo tiene nadie. El hecho de que todos los coches cuando dejan de circular en la prueba de ensayo contaminan más es algo indudable. En este caso, todos los coches contaminan más de lo que prescribe la norma. Lo que sí que han detectado en EEUU es que existen unas líneas de software específicas para que el coche se comporte de una manera diferente y no hay pruebas de que los otros lo tengan.
¿Sabíais los medios especializados lo que estaba pasando en Volkswagen?
Siempre nos habían vendido que la normativa es muy estricta, pero cuando solamente los coches tienen unas emisiones muy bajas en esas circunstancias específicas y en el resto de las circunstancias de uso es campo abierto, te sientes un poco engañado. Yo personalmente pregunté en junio y me confirmaron que la apertura en cuanto a contaminación fuera del ciclo era generalizada y la apertura en cuanto a los márgenes era muy amplia. Todos los fabricantes llevan muchos años reunidos con las administraciones para delimitar esas emisiones contaminantes en el uso convencional. Son muchos los años que han discutido como hay que medir, en qué condiciones hacerlo, etc. es algo con lo que se venía trabajando desde hace tiempo.
¿Quién pesa más, los lectores o los anunciantes?
Intentar que nuestro lector tenga conciencia de lo que está pasando y no se alarme con el coche que ya tiene. Hay que intentar tranquilizar. Hay un objetivo general de limitar las emisiones de CO2 y los motores de combustión que mejor lo hacen son los gasolina. Desde nuestro medio, dejamos que pueda pensar el propio lector, poniéndole sobre la mesa cómo son los ciclos del futuro y los del pasado. Hemos intentado dar una información que ellos mismos saquen sus propias conclusiones.
Entonces, ¿hasta qué punto miras por el anunciante?
Nos tenemos que moderar porque te sientes engañado. Ahora mismo al lector no le interesa que le hables (que les vendas) los coches trucados. Nuestra línea editorial no se ha movido un ápice desde que saltó el escándalo Volkswagen. Pero no vamos a poner en la portada los Volkswagen TDI, porque entendemos que no le interesa a nadie. Es normal que la gente ahora tenga sus dudas, aunque no tenga ningún sentido, porque tal y como ha dicho Volkswagen, no hay en el mercado ningún coche con estos problemas. Deberíamos poder hablar libremente de ellos, pero hemos renunciado a publicar sobre este tema porque no íbamos a vender ni una revista.
¿Cómo se podrían evitar nuevos casos como el de Volkswagen?
Las administraciones tienen que conseguir que las ITVS saquen a los coches contaminantes de la calle. No se ha perseguido nunca y está más en manos que la administración, que es quien puede apretar al público consumidor y a las propias empresas. Por razones sociales, hasta ahora, no se ha hecho. La solución la tienen las administraciones: ellos tienen que imponer al fabricante unas normas que sean difíciles de saltarse. Creo que están en el camino, y han estado sentados en la mesa. Ahora sólo queda renovar los coches, aunque esto suponga que sean más caros. A finales de octubre tendrán que definir el coeficiente de cuánto más se puede contaminar.
¿Cómo es posible que no se haya sabido nada hasta ahora?
Todos los técnicos que trabajan, tanto en las administraciones como en las empresas, saben que los límites son solamente para pasar los exámenes y las homologaciones, porque así lo requiere el reglamento. Ellos lo hacen, pero todo lo que pongas fuera del reglamento no es obligatorio, el que quiere se escapa, pero esto lo hacen todos. Uno de los últimos estudios de la Agencia del Medio Ambiente, dice que de 16 coches que ensayaron, 15 emitían fuera de la norma, y que es casi lo normal. Lo anormal es que haya habido uno que se haya metido dentro de la norma.
¿Cuáles serán las consecuencias en España, es cierto lo que aseguró José Manuel Soria, que las inversiones están garantizadas?
Yo creo que el ministro Soria sabe lo mismo que lo que puede saber alguien de la calle. Nadie sabe lo que va a ocurrir en las Bolsas, ni cuáles van a ser las demandas, tampoco los niveles de producción que va a tener Volkswagen…Lo que pueda ocurrir en España no se sabe. La magnitud de cómo la imagen de la marca puede quedar tocada es impredecible: tan pronto estás arriba, pero si pierdes la confianza del consumidor estás fuera. Todo dependerá de las consecuencias económicas que tenga este escándalo. Si las ventas caen mucho, es evidente que la producción se la intentarán llevar a Alemania.
¿Cómo valoras la reacción de la empresa como periodista?
En general, ningún departamento de comunicación de ninguna marca se ha querido pronunciar al respecto. Pero no sólo de Volkswagen, de todas. En Volkswagen la política ha sido no decir nada, porque si hay tantos coches afectados querían verlo, y perfecto: no hablar hasta no conocer. Pero, en general, la no comunicación ha sido la primera medida, y esto va a durar bastante tiempo. Como periodista es horroroso porque ni siquiera tienes a la competencia para ayudarte. Teníamos conocimiento de muchas cosas que pasaban alrededor antes de que este escándalo saltase, pero a partir de ahí, el departamento de comunicación ha optado por no decir nada. En lo referente a Volkswagen y al resto de marcas, la reacción es la misma, se encojen de hombros y no comentan ni de Volkswagen, ni de su marca.
Seguiremos Informando…
