La tendencia habitual de pensar que la presencia en redes sociales soluciona en gran medida la necesidad de digitalización de ciertas instituciones es equivocada. Ocurre lo mismo con la farmacia: para ganarse la denominación de ‘farmacia 2.0’ no es suficiente con tener presencia en redes sociales. Integrarse digitalmente con los clientes, con otros profesionales y con el equipo de la farmacia es clave y supone un cambio cultural de integración de la tecnología en el entorno profesional del farmacéutico.
Ésta fue una de las conclusiones extraídas del tuitchat ‘Gestión, farmacia y nuevas tecnologías’, organizado por Teva, y que contó con la participación de Francisco Cobo, Vicepresidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Granada; Gonzalo Fernández Prada, co-coordinador farmacias I+ Cádiz y Alejandro Touriño, socio de ECIJA, tres colaboradores de la Academia de Gestión de Teva. Participaron, asimismo, farmacéuticos y especialistas en marketing digital.
El debate puso de manifiesto que la farmacia española está relativamente actualizada en cuanto a la digitalización. No está integrada digitalmente como lo están otros sectores, pero sí que está por delante de otros ámbitos del sector salud; que los farmacéuticos están interesados en recibir más formación en materia digital, siendo un valor añadido para diferenciarse; que la e-farmacia y una buena gestión de herramientas online como el Social CRM pueden ser útiles en el trabajo del farmacéutico; que el farmacéutico debe adaptarse al entorno sin renunciar a su ADN, es decir, sin perder la esencia asistencial de la profesión ni del modelo de farmacia mediterránea y, en cuanto al futuro digital del farmacéutico y de la farmacia, que los agentes que no se adaptan a aquello que los usuarios demandan acaban por ser expulsados del sistema.