Los hoteles eróticos, así como las habitaciones por horas, han subido como la espuma en la sociedad española. Bien por la discreción o por añadir pasión a la relación, este tipo de establecimientos se encuentran cada vez más en la orden del día. Pero, ¿qué ofrecen y hasta qué punto llega su privacidad? Adentrémonos un poco en este mundo rodeado de misterio.
Dos ejemplos… Aunque hay muchos más
Zouk Hotel, situado en Alcalá de Henares es uno de los hoteles eróticos más conocidos en Madrid. Con tarifas desde los 50 hasta los 400 euros oferta todo tipo de servicios con la discreción como lema. Juguetes eróticos, piscina o jacuzzi privado así como un garaje individual son algunas de las comodidades que este establecimiento ofrece a sus clientes. Con cinco tipos diferentes de suites, el hotel Zouk está pensado para todo tipo de gustos. Una duda común que tenemos respecto a estos establecimientos es: ¿qué suelen pedir los clientes al margen de lo que el hotel ofrece?
Siguiendo en Madrid encontramos otro hotel erótico: Los peñascales, en Las Rozas. Con unas tarifas algo más baratas que los anteriores ofrece servicios de cuatro horas o un día en sus diferentes habitaciones: habitación de lujo, habitación de hidromasaje y suite con sauna y jacuzzi. Todo con la discreción como principal aliciente, como bien nos comentan. Así, también hemos querido saber de los gustos de los clientes, sobre todo, de peticiones más… extrañas: ‘en nuestro caso, no hay una preferencia específica, aunque sí que es verdad que dividimos las habitación en tres niveles, en función de su buscan un experiencia más sencillo… o más compleja’
¿Los famosos son clientes asiduos?
Además, y que nadie se esconda, nos encanta el morbo, y sobre todo el famoseo; por eso siempre queremos saber si por estos sitios se dejan caer caras conocidas: ‘si, han estado gente más reconocida. Su presencia la conocen pocas personas, y no pueden decir nada. Privacidad, como decíamos antes’. Hemos averiguado algo más de este mundo marcado por el sexo y la discreción pero los más curiosos tendrán que experimentarlo por sí mismos para poder averiguar más. ¿Algún voluntario?