La empresa multinacional Apple, tan admirada por sus usuarios, ha anunciado esta semana que los resultados económicos del cuarto trimestre del año han sido los mejores de su historia, obteniendo un beneficio récord de 53.840 millones de dólares (48.800 millones de euros). Sin embargo, estas estratosféricas cifras son una cortina de humo ante la información demoledora publicada por la organización civil estadounidense ‘Citizens for Tax Justice (CTJ)’.
El informe ‘Offshore Shell Games 2015’, publicado este mes por la organización, afirma que Apple tiene en paraísos fiscales la friolera de 181.100 millones de dólares, situándola en la primera posición de las multinacionales con más dinero a resguardo de la Hacienda Pública. CTJ indica que si la empresa de la manzana mordida guardase este capital sin eludir al fisco, la cantidad a pagar en impuestos en los lugares donde opera ascendería a 59.200 millones de dólares. No hay que ignorar que Apple declaró una tesorería en la última presentación de resultados de 206.000 millones de dólares.
El Senado de Estados Unidos llevó a cabo una investigación hace un par de años donde se indicó que la multinacional se había instalado en torno a dos subsidiarias irlandesas, que le permitían hacerse invisible a la hacienda de EEUU, país donde está su sede, y a la de la propia República de Irlanda, donde las subsidiarias le hacían de tapadera. De esta manera, la empresa fundada por Steve Jobs se asegura de no pagar los impuestos que le correspondería si no tuviera blindado su dinero en los paraísos fiscales.
España no se libra
En España, la filial llamada Apple Marketing Iberia cerró el ejercicio 2014 ‘con unos ingresos de 19,9 millones de euros, un 3,7% más que un año antes’ según una información publicada en El País el pasado mes de mayo. ‘Su resultado neto aumentó el 6%, hasta 2,9 millones, tras destinar a impuestos sobre beneficios 2,4 millones’, añadía Miguel Jiménez, autor de esta noticia publicada en el periódico español. Por supuesto, todos estos datos se basan en una broma de cifras, falseadas legalmente gracias a la colaboración de las subsidiarias irlandesas.
