Antequera (Málaga) – Uno de los grandes lastres a los que se enfrentan las compañías del sector del medicamento innovador es la mala imagen que desde hace muchos años sume a la industria farmacéutica en los peores puestos de los ranking de transparencia. Año tras año, y encuesta tras encuesta, esta ha ocupado posiciones parejas en respetabilidad y confianza a las tabaqueras, las petroleras o los fabricantes de armas.
‘Mientras la industria armamentística se percibe como un sector que goza, en cierta manera, de buena reputación por fabricar armas para acabar con los malos, la Big Pharma se relaciona con el oscurantismo y con distorsionar las creencias de los médicos’, lamentaba Bernat Soria, director del Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa, durante el IX Congreso Nacional de Atención Farmacéutica celebrado en Toledo.
Como él, los profesionales de la industria consideran una paradoja que un sector que pretende curar enfermedades, aliviar sufrimientos, prolongar la vida y contribuir al progreso de la Medicina esté equiparado en respetabilidad y transparencia al que tienen otras industrias con objetivos obviamente distintos y muy perjudiciales para la salud.
Esta realidad se ve con preocupación desde dentro. Lo ha hecho patente Antoni Esteve, presidente de FARMAINDUSTRIA, durante el XII Seminario Industria Farmacéutica y Medios de Comunicación celebrado en Antequera (Málaga). ‘Nos marcamos unos propósitos nobles y retos ambiciosos, que requieren de mucho esfuerzo, recursos, planificación a largo plazo y valentía, pero nos encontramos con resistencias fundamentadas en incomprensiones o desconfianzas sobre nuestra gestión económica que, en vez de reconocer el riesgo y el esfuerzo de inversión, no permiten el diálogo’.
Para solucionar esta cuestión, la patronal del medicamento innovador ha hecho ‘una apuesta definitiva en materia de transparencia’. Así lo ha expresado Humberto Arnés. El director general de FARMAINDUSTRIA ha reconocido que aunque el objetivo de los laboratorios es ‘vender más’, tener una imagen negativa ‘es pan para hoy y hambre para mañana’. En su opinión, ‘transparentar el flujo de relaciones que existen supone un gran esfuerzo, pero es un camino irreversible’.
Tras el anuncio de llevar a cabo nuevos compromisos en materia de transparencia y de la puesta en marcha de una nueva versión del Código de Buenas Prácticas, José Zamarriego, director de la Unidad de Supervisión Deontológica de FARMAINDUSTRIA, ha detallado que a partir del próximo año se comenzarán a publicar los datos económicos de las colaboraciones de los laboratorios con los profesionales sanitarios. Pese a que el objetivo de la patronal es contar con un registro lo más individualizado posible, en principio cada laboratorio podrá decidir si lleva a cabo un registro global o personalizado de la cantidad que abona a médicos, enfermeros o farmacéuticos. Zamarriego detalla que estos últimos no podrán ser identificados con nombres y apellidos por nadie salvo que den su consentimiento expreso.
Estas consideraciones han dado pie a un animado debate. Emilio de Benito, periodista especializado en salud de El País, ha recalcado la pertinencia de que se elabore una Guía de Recomendaciones que ayude a asesorar a los departamentos de Comunicación de la industria sobre sus relaciones con los responsables de los diferentes medios de Comunicación. ¿Qué se puede hacer y qué estaría fuera de los límites éticos? ¿Qué medios están llenándose los bolsillos con los cobros que realizan a los laboratorios? Ante la dimensión que ha cobrado el debate, Daniel Gil y Carlos Fernández-Villaverde, responsables del departamento de Comunicación, se han apresurado a asegurar que FARMAINDUSTRIA ya trabaja en este cometido.
Y es que, como ha referido Antoni Esteve: ‘Aunque queda mucho camino por recorrer, hemos sembrado de forma inteligente’. El presidente de FARMAINDUSTRIA ha asegurado que ‘el futuro nos invita a ser valientes porque, aunque los logros ya se están produciendo, lo mejor está por llegar’.
