El Storytelling es un instrumento de publicidad que consiste en contar un relato relacionado con la empresa para promocionar un producto o a sí misma. El objetivo principal es generar una conexión emocional del cliente con el servicio anunciado. Las ventajas de usar esta herramienta son varias. Generan confianza, son fáciles de recordar y humaniza la propia campaña, haciendo la comunicación más cercana que en otro tipo de publicidad. Para conseguir una buena historia y, sobre todo, una que guste al cliente, es importante seguir una serie de pautas e ideas.
1. Una buena estructura
Una estructura atractiva que enganche al lector es primordial. Una buena idea es seguir la pirámide de Freytag, que consiste en cinco fases dentro de la narración. Un comienzo plano introduciendo brevemente el tema que se va a tratar. Después, una segunda fase en la que la acción aumente hasta llegar a un punto máximo o clímax. Tras esto, una etapa de bajada de intensidad de la historia para acabar en un desenlace nuevamente plano. De esta manera, es más probable que el consumidor lea nuestro anuncio hasta el final.
2. Crea historias con tus anuncios
Esto es un recurso muy útil en Facebook, donde suelen aparecer deliberadamente una serie de anuncios de la misma campaña. Una opción es que estos cuenten una historia por ellos mismos, lo que animará a los clientes a saber más acerca de la misma.
3. Identifícate con los hábitos del consumidor
El mundo de la mercadotecnia te permite conocer el estilo de vida o la forma de pensar de tus clientes. Identificar estos hábitos e incluirlos en el mensaje de la campaña puede dar una razón más al posible comprador para creer la información que se le está lanzando. A su vez, esto hace más interesante la historia para estas personas, consiguiendo llegar a un mayor número de ellas.
4. Cuenta historias cercanas
Una gran campaña publicitaria de una multinacional atrae a muchas personas, evidentemente. Pero gracias a las redes sociales, hasta estas macroempresas han considerado contar historias locales para transmitir una mayor sensación de cercanía a los consumidores de la que se produce en una campaña global. Hacer hincapié en esto, sin duda, es una buena idea.
5. Da solución a problemas reales
Otro punto a tener en cuenta es la finalidad del propio anuncio, que es contar al consumidor para qué necesita nuestros servicios. Por ello, narrar una historia sobre un problema cotidiano que nuestro producto puede solucionar es una idea muy efectiva para convencer al cliente de la necesidad de comprarlo.