Desde el 9 de octubre el departamento de comunicación de la Generalitat ha dejado de remitir sus comunicados de prensa en castellano, lo que constituye un nuevo desafío a la unidad nacional. Mientras no se llega acuerdo sobre la investidura del nuevo Presidente de Cataluña, Artur Mas ha comenzado a desmantelar cualquier resquicio de vinculación con el Estado Español, y ha comenzado por el idioma imponiendo el catalán como la lengua única’ y ‘oficial’ del nuevo Estado catalán.
El 26 de cctubre Carme Forcadell fue elegida presidenta del Parlament catalán. La dirigente recibió 77 votos a favor, 55 en blanco y uno nulo. Su comienzo como presidenta estuvo marcado por sus declaraciones: ‘Cerramos una etapa autonomía. Constituimos un Parlament soberano que quiere representar un pueblo libre’. Desde este momento se puso en marcha la maquinaria para poner las piedras del nuevo Estado catalán. Al grito de ‘Viva la república catalana’, Carmen Forcadell emplazaba a los diputados a superar la etapa autonómica para hacer un ‘país libre’ y construir ‘un marco jurídico propio’.
El desafío soberanista ya es una realidad, y desde la misma Generalitat y su departamento de comunicación ya ha desterrado el castellano de sus comunicaciones oficiales. Desde el mismo día 9 de Octubre, día de la última nota de prensa en castellano, el departamento de comunicación ya trabaja de manera oficial y única en catalán.
Desde el departamento de comunicación de la Generalitat, su director de comunicación, , Joan María Piqué, ha marcado una estrategia de Comunicación y de relación con los medios de Comunicación muy clara y diferenciando de manera tajante entre los medios ‘catalanistas’ y los españoles. Incluso, en alguna ocasión la separación entre ambos grupos ha sido física.
Piqué pasó a convertirse en el principal valedor de la estrategia de Comunicación del plan independentista. Hasta esa fecha Piqué había sido el jefe de prensa de Artur Mas. Con la entrada de éste como ‘president’ de la Comunidad Catalana fue uno de los primeros cambios que se acometieron en el departamento de Comunicación de la entidad pública. Desde entonces Piqué se convirtió en la sombra de Mas. Sus peculiares gafas de pasta blancas y su vestimenta a medio camino entre lo moderno y lo clásico lo han convertido en todo un personaje político en Cataluña, y ya nadie piensa en Artur Mas sin pensar en él.