Ford es una de las marcas que más apuesta por la Innovación a nivel mundial. Lo corroboran los 80 años de vida con los que cuenta el amplio departamento que posee dedicado a esta disciplina. Éste nació gracias al primer modelo GT que la marca puso a la venta y, curiosamente, celebra esté nuevo aniversario con la puesta en marcha de su nueva versión, a la que se añaden la del Ford Mustang y la del Focus RS. Todos ellos han podido disfrutar de los beneficios de la impresión 3D, aunque no de un modo directo. Y es que este avance no está dirigido actualmente a la inclusión de piezas en los modelos sino que se utiliza para reducir significativamente el tiempo de desarrollo de los vehículos ya que permite a sus profesionales poder probar y afinar dichas piezas antes de crear las que finalmente compondrán el producto final.
Un proceso físico o digital, dependiendo de la pieza
Un proceso, el de la Impresión 3D, que en Ford comienza con la fabricación de una copia a escala en arcilla, que sirve de referencia de cara a la creación de una segunda, a tamaño real, que si será la que se utilice como modelo a la hora de dar vida al producto definitivo. Al mismo tiempo, y tras otra puerta, los diseñadores digitales se prestan a elaborar una maqueta por ordenador del mismo objeto. Dos procesos que, de trabajar al mismo tiempo, no se emplean para la elaboración de todas las piezas. El primero se encarga de llevar a buen puerto las que implican una menor dificultad mientras que el segundo es el responsable de las más complejas. El uso de un proceso u otro depende directamente del departamento de Prototipo Rápido. El selecciona la vía idónea en cada caso.
Así, esta Impresión 3D, como nos comentan, se ha aplicado directamente, por ejemplo, al nuevo Mondeo Vignale, en concreto a la rejilla superior delantera, con un diseño hexagonal único, a los diferentes distintivos de este modelo, a las llantas de aleación de 19 pulgadas exclusivas del mismo y los tubos de escape. Todos ellos han pasado por nuestras manos… ¡Y son impresionantes! Unas piezas que han pasado el estricto control de calidad de los expertos, los cuales nos afirman que, si no se supera con creces, la pieza es desechada de manera categórica.
Mirando al futuro
Y por si fuera poco, se está trabajando ya en los siguientes movimientos, que pasan por reducir aún más los tiempos de fabricación. Y para ello, Ford se ha unido con Carbon 3D, la cual se encuentra trabajando ya en la creación de una nueva resina (elemento básico para la Impresión 3D), que soporte temperaturas más altas y mayores presiones. Un avance que no creemos que tarde mucho en llegar y que supondrá otra vuelta de tuerca a un sector que ya no anda… ¡Corre!
