Decía Enrique Dans, investigador, divulgador y asesor en nuevas tecnologías, que ‘la innovación no tiene por qué ser invención‘. Es decir, no siempre que innovamos estamos inventando. Parece que hoy ya poco podemos inventar, pero bien es cierto que la innovación facilita en nuestro día a día y en Salud no solo salva vidas, sino que muchas veces sencillamente las mejoras y gracias a ella podemos ponerle el chupete a nuestro nieto, dar un paseo o hacer la compra. Hablamos de la técnica HIFU.
Es el caso de algunos pacientes del Centro Integral de Neurociencias A.C. HM CINAC afectados por temblor esencial o Parkinson. En total 8. Un ejemplo es Juana Barajas. Tiene 75 años y (tenía) un temblor esencial que la incapacitaba para desarrollar determinadas tareas cotidianas. ‘No podía mantenerme en pie‘, dice a los periodistas convocados en el Hospital Universitario HM Puerta del Sur de Móstoles.
La Paciente había sido medicada sin éxito con diferentes fármacos, hasta que ha podido ser tratada con una técnica basada en ultrasonidos y diagnóstico por imagen mediante resonancia magnética, y que evita recurrir a la cirugía abierta de cráneo: HIFU. Se trata de destruir células por elevación de la temperatura mediante la aplicación de un haz de ultrasonido de alta frecuencia y alta energía.
Hoy puede hacer vida normal, ‘para las personas que me conocían antes el cambio es extremadamente notorio, y a mi familia y a mí nos ha permitido recuperar la ilusión y conocer el valor de poder hacer cosas tan sencillas como escribir o tomar un plato de sopa, todo lo que me permite mi edad‘, sonríe. Para ello no ha tenido que pasar por quirófano y ahí está la innovación.
La técnica HIFU consta de dos pasos, explicados por el Doctor José Obeso, director de HM CINAC. El primero y ‘más costoso de momento‘ es una resonancia magnética para ‘disponer el punto donde vamos a incidir. Es lo más importante porque determina la zona del cerebro que vamos a ocupar’. El segundo paso es trabajar en la zona elegida. ‘El objetivo es conseguir un efecto permanente sin causar efectos secundarios’. Generalmente a ello le siguen 4 horas en la UCI y 24 horas de hospitalización. De ahí, a casa. No todos los pacientes son candidatos para la HIFU. Quedan fuera los que ya han pasado por cirugía o los pacientes de Parkinson que su temblor es mínimo.
En España hay más de 400.000 personas afectadas por temblor esencial, un trastorno del movimiento que afecta a manos, cabeza, voz y piernas y que hace que las personas que lo padecen pierdan la habilidad de realizar tareas tan simples como conducir o trabajar. Los pacientes diagnosticados de Parkinson suman 150.000 en nuestro país.
