La última encuesta publicada por el INE pone de manifiesto la brecha salarial de género que existe en España. Un problema que, mal que nos pese, cada año se va haciendo más grande. Así, por ejemplo, mientras que el año pasado el salario de las mujeres bajó hasta situarse en 1.618,1 euros mensuales, el de los hombres creció hasta los 2.125 euros. Por si esta diferencia no fuera suficiente, los hombres tuvieron una mayor concentración en salarios altos mientras que con los salarios bajos pasó al contrario, siendo las mujeres las que tuvieron un mayor protagonismo.
La Organización Internacional del Trabajo por su parte, informó en su Informe Mundial sobre Salarios 2014/2015 que dicha brecha salarial se sitúa entre un 4% y 36%. Esta diferencia puede denominarse de dos maneras: en primer lugar una ‘explicada’ es decir, aquella que se debe al nivel educativo o de experiencia, y por otra parte la ‘inexplicada’, referida a aquella que no tiene explicación ninguna. Esta última es la diferencia que más predomina. Además, señala que cuanto mayor es el salario, mayor es la diferencia; tanto es así que entre los salarios bajos las mujeres cobran 100 euros menos mientras que en puestos con remuneración mayor la diferencia se eleva a los 700 euros. Dicho informe afirma que si se eliminase la diferencia ‘inexplicada’ la brecha salarial de género se invertiría en casi la mitad de los países.
Causas y soluciones
Pero, ¿cuál es la causa principal de esta diferencia? Juan Pablo Maldonado Montoya, profesor en la Facultad de Derecho en la Universidad San Pablo CEU e investigador principal del proyecto Mind the Gap nos lo cuenta: ‘lo que ocurre es que venimos de una sociedad en la que era la mujer la que se quedaba en casa y el marido el que iba a trabajar’ por tanto es una cuestión de pensamiento impuesto en nuestra sociedad. Con todo esto… ¿Cuál sería la solución más inmediata? Juan Pablo Maldonado Montoya afirma que esta diferencia se irá erradicando en el momento en el que dejemos de evaluar el trabajo midiendo cuánto trabaja cada uno.
La Comisión Europa señala que la brecha salarial de género en España se encuentra tres puntos por encima de la ya indignante media europea de 16,3%. En el top 4 de los países más desiguales se encuentran Estonia, Austria, República Checa y Alemania mientras que los que menos brecha tienen son Eslovenia, Malta, Polonia e Italia. Y si hablamos de puestos directivos,… ¡Apaga y vámonos! Estos cargos son ocupados principalmente por hombres, situando por debajo del 4% a las mujeres que ocupan cargos de directora general en una empresa.
En definitiva, la desigualdad en España a pesar de estar en el siglo XXI no hace más que crecer. Este es uno de los mayores problemas de nuestra sociedad, en teoría avanzada. ¿Qué día le haremos frente?