Armando Pita es uno de los nombres imprescindibles si hablamos del teatro musical que se lleva haciendo en España en las últimas décadas. Ese que continúa ganando adeptos día a día, tanto en los montajes de holgado presupuesto como en aquellos de pequeño formato que demuestran ingenio, originalidad y talento sin artificios. Un buen ejemplo de esto último es El cabaret de los hombres perdidos que puede verse en el Teatro Infanta Isabel de Madrid. Un espectáculo que reúne a Armando Pita con Ignasi Vidal, Ferrán González y Cayetano Fernández.
El cabaret de los hombres perdidos se estrenó en París hace una década y continúa representándose con gran éxito. Tras dar el salto a Argentina, llega a España con una versión de Jorge Roelas y Alicia Serrat, que lo hacen muy cercano sin perder las esencias de lo que Christian Siméon y Patrick Laviosa concibieron como una función que aúna géneros y estilos, sorprendente y difícil de clasificar. Armando Pita confiesa que esa particularidad fue una de las máximas razones por las que se embarcó en este proyecto: “Es una función que no deja de construirse, tiene muchas posibilidades y eso impide que se mecanice: los primeros sorprendidos somos nosotros mismos”.
Armando Pita da vida al tatuador que regenta este extraño cabaret, último refugio de seres desesperados o que, sencillamente, han abandonado cualquier esperanza de salir del pozo. Pero el destino siempre está dispuesto a jugar una última partida y por eso los actores se desdoblan para escenificar cómo podría ser el futuro de un joven que llega huyendo de aquellos que le persiguen. Armando Pita protagonizó todo un hito en el teatro musical cuando, en la misma temporada, alternaba su personaje de Raoul en El fantasma de la Ópera con el de Emcee en Cabaret demostración absoluta de una ductilidad vocal e interpretativa que le permitía pasar casi sin solución de continuidad de ser un héroe romántico a transformarse en el maestro de ceremonias más vitriólico y poliédrico que encontrarse pueda, toda una prueba de fuego que Armando Pita superó con nota muy alta. El cabaret de los hombres perdidos es una experiencia teatral que va jugando con las emociones de los espectadores, haciéndoles recorrer todo un abanico que permite diferentes lecturas, según la implicación que cada uno desee. Armando Pita y sus compañeros despliegan todas sus artes sin abandonar jamás la escena, rompiendo la cuarta pared en un ejercicio de desnudez interpretativa que electriza el patio de butacas.
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